Mano blanda

La deportación, el viernes, de un peruano que estaba en libertad condicional después de ser condenado a seis años de cárcel seguramente fue aplaudida por los que piden "tolerancia cero" para los extranjeros que delinquen. Con el senador como abanderado de la causa, que se ha vuelto a agitar en los últimos meses, muchos sostienen que la única solución en esos casos es la inmediata expulsión del país. Nada de largas causas penales o de que ocupen lugar en las cárceles, reclama un coro integrado por voces de todos los ámbitos, incluidos funcionarios y dirigentes políticos. Las redes gritan cuando el detenido por un delito es extranjero: "¡que lo echen!", "sáquenlo a las patadas", "que vaya a afanar a su...

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