Mamuts y gigacornios: cuenta regresiva en la economía del cambio climático

Planean sintetizar mamuts a partir de ADN conservado para que caminen en la tundra de Siberia, Canadá y Alaska y lentifiquen el calentamiento global por distintas vías

La canción infantil del "mamut chiquitito que quería volar" podría tener su adaptación para concientizar sobre el cambio climático a "decenas de miles de mamuts gigantes sintetizados en laboratorio que querían capturar dióxido de carbono de la atmósfera". No rima mucho, pero es más actual.

Aun para el "presente de ciencia ficción" que vive la biotecnología la noticia de los US$75 millones que levantó la startup Colossal Biosciences llamó la atención: la firma creada por el genetista de Harvard George Church planea sintetizar miles de "elefantes árticos" (así los llaman) a partir de ADN conservado de mamuts congelados y de elefantes asiáticos. La idea es que caminen en la tundra de Siberia, Canadá y Alaska y lentifiquen el calentamiento global por distintas vías.

La noticia, de hace un mes, logró colar por unas horas la discusión sobre el cambio climático en una agenda informativa que por entonces estaba tomada, a nivel global, por la invasión de Ucrania y, a nivel local, por la fragilidad macroeconómica y el acuerdo con el FMI. A principios de 2020 todo hacía suponer que, por fin, el debate por el calentamiento planetario iba a tomar el centro de la escena: en el Foro de Davos de enero de ese año todos los discursos de funcionarios y grandes fondos de inversión se focalizaron en la agenda climática. Pero a las pocas semanas estalló la crisis del Covid y dejó al clima en segundo plano por un tiempo largo. Cuando la epidemia aflojó, llegó Ucrania a la mesa de prioridades.

La pandemia fue un "experimento natural" único y a gran escala para medir cuál es el costo real de reducir sustancialmente las emisiones de carbono.

"La realidad es que, detrás de estos actores del momento (Covid y Ucrania, y en la Argentina la crisis económica), el cambio climático sigue en el fondo acumulándose y evolucionando", cuenta a la nacion Elisa Belfiori, especialista en economía del cambio climático de la Universidad Di Tella.

Para la economista, hay dos factores que describen la urgencia de esta agenda: "Primero, el calentamiento global es un proceso acumulativo. La vida promedio de una tonelada de carbono que emitimos es de 300 años y un 20% de las emisiones quedan en la atmósfera para siempre. O sea que el incremento en la temperatura global continuará aunque bajemos las emisiones a cero. El...

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