Malthus: la pena de muerte no está derogada

AutorFabiana Barrera

Es cierto que en la Argentina nadie podría ser condenado a la pena de muerte por un juez, ya que nuestras normas no permiten su aplicación por imperativo constitucional, puesto que el art. 75. inc. 22 de nuestra Norma Fundamental ha incorporado dentro de su economía garantizadora el denominado coloquialmente Pacto de San José de Costa Rica que veda en forma definitiva la eventual aplicación de la llamada pena capital. Pero si nos detenemos, por un instante, a analizar las medidas y decisiones políticas adoptadas por las autoridades nacionales podremos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la condena a muerte es la pena de hecho mas aplicada, ya que dichas decisiones políticas están orientadas y pensadas para hacer cada más efectiva y eficiente la eliminación de grandes segmentos de la población, en especial de los integrantes de los sectores más carecientes de los llamados países del tercer mundo.

Por lo tanto, lo concreto es que pese al discurso en contrario, en la República Argentina la pena de muerte existe, se aplica, y la misma recae especialmente sobre los pobres, por su sola condición de indigentes económicos, mientras que los ejecutores o verdugos son nada más ni nada menos que los propios gobiernos, los que a través de decisiones políticas y planes impuestos desde el exterior se han convertido en los más fieles discípulos de Thomas Malthus generando así el más terrible rebrote del maltusianismo que la humanidad haya visto en época alguna.

Primeramente es necesario destacar que desde tiempos inmemoriales la oligarquía mundial ha entendido que en el planeta sobra gente. Claro está que entienden que las que sobran son las personas consideradas “comensales inútiles”, es decir las que ellos juzgan improductivas para la sociedad, y dentro de este segmento en especial los pobres, considerados por la oligarquía financiera como una suerte de elemento lumpen que constituye un peso para el Estado. Es por ello que se han diagramado, planificado y aplicado medidas tendientes a sacarse de encima a todas las personas que pudiesen constituir una lacra o carga social. Por supuesto que para este sistema oligárquico también resultan ser “comensales inútiles” los niños, los ancianos, los enfermos y en general a toda aquella persona que pueda ser considerada improductiva o no consumidora de bienes, y que por lo tanto debe ser calificada como alguien que al Estado o a las empresas multinacionales no le reporta ningún beneficio. Consideran que estos segmentos parasitarios de la sociedad constituyen una lacra, a la que el Estado tiene la obligación de proteger y sostener a cambio de nada. Los maltusianos consideran que para terminar con este “mal social” los diferentes gobiernos (no le podemos achacar toda la culpa sólo al actual) deben adoptar determinadas pautas para eliminar a los que consideran “parásitos”. Por lo tanto estas medidas maltusianas o mejor dicho genocidas, generalmente impuestas como “sugerencias” a los gobiernos por los más variopintos organismos supranacionales se han venido aplicando a rajatablas desde hace ya mucho tiempo. A fin de demostrar de qué se trata todo esto, pasaré a exponer quien fue Thomas Malthus, cuales son sus pensamientos y haré referencia a algunas citas textuales del mismo.

Thomas Malthus no creo una teoría, sino que la plagió

La idea de diezmar a la población pobre y hacerla desaparecer de la faz de la tierra no es originaria de Thomas Malthus sino de la más antigua oligarquía financiera que estuvo primero en manos de los venecianos con su sistema de “fondis” y que luego decidiese trasladar sus bases de operaciones a Gran Bretaña.

El control poblacional fue desde siempre uno de los objetivos primordiales dentro del programa de lo que se conoció como el "partido veneciano", nombre que se la daba a la corriente política representada por la Compañía de las Indias Orientales británica del siglo 18.

Desde siempre la oligarquía sostuvo la necesidad de “podar” la población del planeta, eliminando a las personas que ellos consideran que pueden generar un peso innecesario a la sociedad, es decir, pobres, ancianos, enfermos, minusválidos y niños. Pero además la siniestra oligarquía mundial parte de la premisa de que el aumento poblacional constituye un riesgo para su propia supremacía, y como ellos se consideran los dueños del planeta, cuando la población crece sin que ellos puedan controlarla, entienden que hay que podarla o matarla como quien mata al ganado cuando se reproduce en forma desmedida para las necesidades del mercado o cuando el dueño de la hacienda manda a su ganado al matadero porque ha dejado de darle leche y por lo tanto tiene más valor muerto que vivo.

Es importante resaltar a estas alturas que el monopolio de la industria alimenticia se encuentras actualmente bajo el poder y el dominio de esa oligarquía mundial tal como lo explicase en la nota “Quienes manejan los hilos del poder mundial” publicada en la sección Economía del Nro. 51 de la Revista del Equipo Federal del Trabajo. Allí explico más extensamente cómo el poder económico mundial, que ejerce una drástica supremacía sobre todos los Estados supuestamente soberanos, a través del monopolio que ejerce sobre las empresas alimenticias, decidiendo así quien comerá, cuanto se comerá y quien o quienes se morirán de hambre en el mundo.

A continuación pasaré a hacer una breve referencia de cuales fueron algunos de agentes de esa antigua y todavía vigente oligarquía utilizados para legitimar con la excusa de supuestas corrientes filosóficas o del pensamiento, el genocidio que pretenden ejecutar:

- Giovanni Botero

El maltusianismo se importó a Gran Bretaña desde la Venecia del siglo XVI, a través de una traducción al inglés de la obra “Delle cause della grandezza e magnificenze della città“ escrita por el veneciano Giovanni Botero. Fue uno de los primeros en mencionar la necesidad de controlar el crecimiento poblacional.

Giovanni Botero fue un jesuita piamontés, considerado discípulo de Nicoló di Bernardo dei Machiavelli (conocido por la posteridad como Machiavelo a secas) y auténtico precursor de la teoría de la población de Thomas Malthus. Este pseudo estadista y economista escribió también “Della raggione di Stato” (De la Razón de Estado), traducido luego al inglés a principios del siglo XVII. Sostenía que cuando aumentaba demasiado la población se creaba una situación que traía aparejada como consecuencia el surgimiento de epidemias, pobreza y guerras, proponiendo como una de las soluciones la emigración o la muerte.

-Giammaria Ortes

Luego de la muerte de Botero, pero pretendiendo emular sus postulados aparece la famosa obra “Reflessioni sulla popolazione delle nazioni” (Reflexiones sobre la Población de la Naciones) escrita en el año 1790. Su autor fue Giammaria Ortes, como no podía ser de otra forma, también de origen veneciano.

Vale aclarar que el tan mentado “Ensayo sobre los principios de población” de Malthus no es mas que una versión plagiada de la mencionada obra escrita por el italiano Ortes unos ocho años antes en su libro “Reflección sobre la Población de las Naciones”.

Incluso podría llegar a deducirse que Malthus pudo haber sido elegido por el denominado “Partido Veneciano” para plagiar adecuadamente a Ortes, ya que no debemos olvidar que Thomas Malthus fue primero nombrado en 1806 profesor de economía política en el denominado “Haileybury Collage”, una suerte de escuela o universidad, creada con el propósito de la formación del personal de la Compañía de las Indias Occidentales, y luego de ello socio fundador del club de Economía Política y miembro de la Real Sociedad británica.

Malthus no debió ser elegido al azar para plagiar la obra de Giammaria Ortes, sino que debió ser escogido adrede con el propósito de reflotar políticas mundiales de genocidio poblacional que a partir de ese momento continuaría ininterrumpidamente aplicando la oligarquía desde Inglaterra.

Quien fue Thomas Malthus

Thomas Robert Malthus, de origen inglés, nacido en Dorking el 14 de febrero de 1766, filósofo y economista liberal, fue discípulo directo de Adams Smith.

A los 18 años de edad, ingresó a St. John´s College (Cambridge), donde se interesó principalmente por la filosofía y las matemáticas. Fue así que Malthus se graduó como sacerdote.

En junio de 1793, recibió una beca que le permitió permanecer en Cambridge hasta 1804, año en que renunció para casarse.

En 1806, se lo nombró profesor de economía política en el citado Haileybury College, en realidad más que una universidad una escuela creada adrede para la formación del personal directivo de la Compañía de las Indias Occidentales.

Fue socio fundador del club de Economía Política, miembro de la Real Sociedad.

Es considerado hasta nuestros días como el padre de la Demografía y conocido principalmente por su obra escrita en 1798 cuyo título original es “An Essay on the Principle of Population “ (Ensayo sobre el principio de la población), en el que expone el principio según el cual la población humana crece en progresión geométrica (2,4,6,8,10,12), mientras que los medios de subsistencia, es decir la producción de alimentos lo hacen en progresión aritmética (2,4,8,16,32,64) conduciendo este...

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