Maldonado: para la fiscalía, aún no hay pruebas que apunten a la Gendarmería

Los últimos rastros de Santiago Maldonado se perdieron a orillas del río Chubut y el allanamiento para establecer si efectivamente lo cruzó fue suspendido por la "férrea oposición" de la comunidad mapuche. Así surge de una presentación que hizo la fiscal federal de Esquel, Silvina Ávila, a cargo de la investigación, a la que tuvo acceso LA NACION. Además, según la Justicia, el joven desaparecido fue visto por última vez el 1° del actual.

En el detallado informe que entregó la fiscal se constata que al día de hoy no hay ninguna prueba en los expedientes, el referido al habeas corpus y el caratulado como desaparición forzada, que relacionen directamente a la Gendarmería con la desaparición de Maldonado.

No obstante, Ávila mantuvo la carátula de la causa con la hipótesis de que se trató de una desaparición forzada, lo que implicaría la privación de libertad de Maldonado a manos de fuerzas de seguridad que supuestamente actuaron con autorización o apoyo del Estado. Y si bien no menciona ninguna prueba contra la Gendarmería -no hay en la presentación testimonios de testigos que hayan visto a agentes de esa fuerza llevarse a Maldonado-, aún restan conocerse los resultados de los peritajes de los teléfonos y computadoras.

Uno de los datos clave que aportó Ávila es el procedimiento en el que actuaron perros especialmente adiestrados para seguir rastros. Según el relato de la fiscal, el 5 de este mes, cuatro días después de la desaparición, se usaron dos prendas: un "cuello" -utilizado por más personas- que entregó a la Justicia Sergio Maldonado, hermano de Santiago, y una gorra, que dio una mujer de la comunidad mapuche, que no quiso identificarse, para realizar el rastrillaje.

Pero esa medida fue suspendida por pedido de la comunidad mapuche, que alegó que "permitir el paso de los perros hacia el otro lado del río Chubut violentaba un espacio sagrado". Así se truncó la posibilidad de dilucidar si Maldonado cruzó el río el 1° del actual. Pero con un dato hasta el momento desconocido: los perros no iban a donde estaban ubicados los móviles de la Gendarmería, sino que siempre volvían a la orilla del río.

De esto se deduciría que Maldonado habría corrido hacia el agua, pero no habría sido llevado hacia la ruta, donde estaban las camionetas de la fuerza de seguridad, como afirman los testigos.

La funcionaria del Ministerio Público Fiscal, que ayer se reunió con su jefa, Alejandra Gils Carbó, escribió una crónica de la investigación para presentarla...

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