La maldición de Le Mans

Esta es una historia de frustraciones. Una de las más impresionantes de la historia del automóvil. Toyota, el más grande fabricante de vehículos del mundo, quiere conquistar las 24 Horas de Le Mans desde hace más de tres décadas.

Su primera participación tuvo lugar en 1985: desde entonces, seis veces estuvo a punto de hacerlo, nunca tan cerca como en 2016. Sin embargo, jamás lo ha conseguido. No le han escaseado recursos: ingenieros de excepción, coches sorprendentes, pilotos de enorme talla.

¿Será 2018, finalmente, el año? El camino está despejado, pero queda por delante un día de esfuerzo inhumano: la prueba se pone en marcha hoy a las 10 (televisa Fox Sport 3 desde la 9.30). Mañana, a la misma hora, se sabrá si, de una vez por todas, el máximo poder de la industria logró su más deseada conquista.

"En los últimos cuatro años, debimos haber ganado en tres ocasiones", repone el director técnico de Toyota Gazoo Racing, Pascal Vasselon. "En 2014 teníamos el auto más rápido, en 2016 estuvimos muy cerca, el año pasado también fuimos los más veloces. Fuimos capaces de derrotar a la competencia; lo que no pudimos vencer fue a las 24 horas. Nuestro desafío está intacto. Sigue siendo Toyota versus Le Mans".

Fabulosamente populares en Japón, las 24 Horas fueron conquistadas ya por una marca nipona, Mazda, que ganó con un motor rotativo en la 59ª edición, en 1991; por un equipo de esa procedencia, el Team Goh, que alistó un Audi R8 para vencer en 2004; y también por un piloto japonés, Seiji Ara, que integró la tripleta vencedora de ese año, junto a Tom Kristensen -el máximo ganador de Le Mans, con 9 triunfos- y Rinaldo Capello. Pero Toyota jamás entró en el cuadro de honor.

Pista resbaladiza

A propósito de esa popularidad, los primeros Toyota aparecieron en la edición de 1985, bajo la tapadera de una filial deportiva inglesa, TOM’s. Con un motor 2.1 L de cuatro cilindros en línea, turbocomprimido, que daba muchas ventajas en potencia, un modelo 85C acabó 12°. Uno de sus pilotos era Satoru Nakajima; su hijo, Kazuki, es uno de los seis pilotos en los que la marca confía este año para vencer, y que protagonizó un final increíble en 2016.

No fue un debut promisorio, pero la marca fue sumando experiencia hasta tener un equipo capaz de ganar a comienzos de los ’90, siempre bajo el paraguas del TOM’s: el modelo TS010, con motor 3.5 aspirado, fue segundo del Peugeot 905 en 1992. Al año siguiente, 1993, con una escuadra de tres autos y un argentino, Juan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR