Las mágicas virtudes del aro magnético

El aro magnético es un dispositivo que permite a los hipoacúsicos disfrutar sin interferencias de un espectáculo cultural. Aunque una ley de 2005 estableció su obligatoria instalación en los teatros y cines de la ciudad, la mayoría de las salas sigue sin incorporarlo. Aquí, algunos mitos y verdades de una tecnología accesible que podría cambiar la vida de muchos por muy poco."Por primera vez escuché un piano, una guitarra, una voz nítida? Fue como descubrir un mundo nuevo, el verdadero significado de la palabra espectadora." Lorena Chipiluk tiene 33 años, es hipoacúsica de nacimiento y así rememora el recital de su ídolo Diego Torres en el Gran Rex con el que pudo sentirse, al fin, parte de una propuesta cultural. Fue recién el año pasado, y luego de que su silenciosa militancia ?escribió cartas a la producción del músico y a muchos medios de comunicación? rindiera sus frutos: el Gran Rex se sumó a la escueta nómina de establecimientos que cuentan con el aro magnético para hipoacúsicos. ¿Pero qué es exactamente este aparato del que muchos ni escucharon hablar? ¿Su instalación sólo depende de cruzadas como la de Lorena?Vayamos por partes. Compuesto por un amplificador y un "aro magnético" (cable que rodea el perímetro deseado), este sencillo dispositivo convierte el sonido de una fuente determinada (micrófonos, digamos) en ondas magnéticas que son recogidas por los audífonos para hipoacúsicos (en posición T), convirtiéndolas en sonido perfectamente audible y sin interferencias externas como ruido ambiente, murmullo del público, reverberancia, etcétera.Es una tecnología muy simple y accesible, que se instala por única vez y cambia de raíz y para siempre la experiencia de las personas con audición reducida. Desde 2005, en la ciudad de Buenos Aires está en vigor la ley 1870 que obliga a los cines y teatros a proceder con su instalación, cosa que hoy, en pleno 2012, está lejos de haberse convertido en realidad."Inmediatamente después de haber salido la ley, este tema tuvo un impulso muy grande y recibimos muchas llamadas con pedidos y consultas de todo tipo, pero luego ese ánimo fue decayendo notablemente", dice hoy Horacio Cristiani, ingeniero electrónico y director general de la Mutual Argentina de Hipoacúsicos (MAH), la ONG que en el mismo texto de la norma figura como referente para su implementación.Y si muchos creían que en la falta de una reglamentación básica residía la inercia generalizada, desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad ?autores del...

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