Las mafias del fútbol
Es triste que hayamos tenido que esperar una nueva muerte, como la del hincha Emanuel Balbo, en el estadio Mario Kempes de Córdoba, para que el gobierno nacional se decidiera a poner en marcha un reglamento tendiente a impedir la presencia de grupos violentos en los estadios de fútbol. Se trata, con todo, de una medida esperada, que hay que apoyar, aun cuando poco cambiará si no se toman otras decisiones de fondo que terminen con las mafias que crecen alrededor de este deporte y que van más allá de los integrantes de las barras bravas.
De acuerdo con las resoluciones dispuestas por las autoridades nacionales, el nuevo reglamento para prevenir la violencia en el fútbol le otorga al Estado la facultad de aplicar el derecho de admisión en los espectáculos futbolísticos. También exige que los menores de 16 años deban concurrir a los estadios en compañía de un mayor responsable; establece que sólo se podrá ingresar con entradas nominadas y con el correspondiente documento nacional de identidad, y propicia la realización de relevamientos sobre las condiciones de seguridad en las canchas.
Como consecuencia de la instrumentación de este protocolo, conocido con la denominación "tribuna segura", por el Ministerio de Seguridad de la Nación, se detuvo a 85 prófugos con pedido de captura y se aplicó el derecho de admisión en 474 ocasiones. Entre los ejemplos más resonantes, se prohibió por dos años el ingreso a los partidos de fútbol de 12 reconocidos integrantes de la barra brava de Boca Juniors, entre los que se encuentran Rafael Di Zeo y Mauro Martín. La justificación de la medida fue que todos esos barrabravas fueron procesados en febrero pasado, acusados de encubrir, junto con un jefe policial, la fuga de otro miembro de la hinchada xeneize, a quien se buscaba por otro delito.
La purga no terminó allí, porque poco después las mismas autoridades nacionales incorporaron a la lista de excluidos de las canchas a 42 hinchas de Racing Club, quienes tampoco podrán asistir a los partidos por espacio de un año. A ese listado hay que añadir a dos personas recientemente detenidas en inmediaciones del estadio de la Academia por portación de armas y tenencia de estupefacientes, a quienes se les aplicó una restricción de concurrencia a las canchas por dos años, un período que debió haber sido mucho mayor.
Otros tres barrabravas de River y siete de Belgrano de Córdoba recibieron en las últimas semanas la aplicación del derecho de admisión a los estadios. Los...
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