El maestro y sus alumnos

A los 38 años, Iñaki dirige el Ballet Nacional Danza por la Inclusión, el proyecto que fundó el año pasado, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social. "Mi anhelo es perfeccionar la compañía al máximo durante el tiempo en el que esté a cargo, para que permanezca en los próximos años, no importa el gobierno que esté en el poder", señala el bailarín. El cuerpo está integrado por artistas de todo el país, elegidos en audiciones tomadas en más de 32 ciudades, desde La Quiaca hasta Ushuaia.

-Ideaste tu propia coreografía, en lugar de utilizar la clásica, de Marius Petipa. ¿Por qué?

-Utilicé solo la estructura argumental, el esqueleto. Siempre renegué de la versión que hice como bailarín en 2007. No me terminaba de cerrar. Cada teatro tiene su puesta. En este ballet no hay una puesta definitiva, como Giselle, por ejemplo, que es inalterable. Intenté hacer algo que me gustara a mí, hice más rica la escenografía en cuanto a detalles y siento que así se adorna más la obra.

-Éste es uno de los ballets más populares. ¿Cómo fue trabajar para un grupo tan heterogéneo?

-Esta obra es para toda la familia. No quiero que pierda la parte infantil y lúdica del cuento, propia del primer acto, ni dejar de lado a los adultos (a ellos está dedicado el segundo). Para mí Tchaikovsky es como María Elena Walsh. Este ballet es para toda la familia, como las reuniones navideñas, que es justamente donde transcurre esta historia.

-Te escuchaba en el ensayo marcar muchas cuestiones de teatralidad.

-Para mí es fundamental. Las sensaciones son muy importantes. Si te vas a poner un vestido de época y no te vas a mover como ocurría en ese siglo, no tiene sentido. Sacáte la peineta y ponéte un jean. Me gusta tomar a la danza desde la teatralización. Me gusta que el ballet se vea espontáneo. Si no, no cobra vida.

-¿Cómo evaluás tu experiencia como director de compañía?

-Fue algo humanamente transformador. Conocía las capitales de las provincias, pero con este proyecto fuimos a los lugares donde menos recursos había para tomar audiciones a personas que querían estudiar danza y que no tenían la posibilidad. Te encontrás con cada historia de vida? chicos que hacían 150 kilómetros para ir a una escuelita, incluso personas que habían estudiado danza por Internet. Me...

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