Macri necesita redibujar el mapa

Es posible que ayer haya disfrutado la mejor jornada que le tocó en suerte desde las elecciones del año pasado. El directorio del aprobó el crédito de 50.000 millones de dólares asignado al país y la liberación inicial del tramo de 15.000 millones. Minutos más tarde, Morgan Stanley Capital International (MSCI) recalificó a la Argentina elevando su condición de mercado de frontera a .

Una excelente noticia, que obliga a los inversores a reorganizar sus portafolios y a adecuarse a los nuevos índices de riesgo, aumentando la proporción de activos argentinos. Según los expertos, esta decisión determinaría un flujo de inversión que oscila entre los 3000 y 6000 millones de dólares. Dante Sica anticipó que esto ocurriría. Pero fue el viernes, mientras almorzaba con Mario Brodersohn, y todavía no le había ofrecido el Ministerio de Producción.

Más allá de ese efecto financiero saludable, interesa la razón principal de la nueva categorización. Indica que actores importantes del mercado, muchos de los cuales fueron consultados por MSCI, siguen confiando en la racionalidad económica del país. A pesar de la tormenta que lo castiga desde abril. Después del anuncio, las principales compañías locales listadas en la Bolsa de Nueva York tuvieron una suba significativa en sus cotizaciones. El anuncio de MSCI cerró una década. El 18 de junio de 2008, esa calificadora había degradado a la Argentina a mercado de frontera, basándose en las restricciones de a la circulación de capitales.

Las noticias de ayer no señalan el final de la crisis. Pero podrían ser la plataforma desde la cual Macri relance su gobierno. La experiencia que se inició en diciembre de 2015 se había propuesto inaugurar un ciclo de crecimiento liderado por la iniciativa privada. Para eso debían fijarse reglas estables y corregirse innumerables distorsiones. El oficialismo comenzó por normalizar los precios. Después se enfocó en reducir los costos. Sobre todo el fiscal y el laboral. La crisis financiera que se desató el 25 de abril pasado desbarató esa tarea. No solo porque la inflación no será menor, sino que aumentará. Y porque el crecimiento, si se verifica, será muy modesto. Muchos sectores de la economía quedaron desequilibrados por la inestabilidad cambiaria. El oficialismo intervendrá en varios mercados para controlar la emergencia. Se suspenderán las reglas que se habían establecido. Y los precios serán, de un modo u otro, manipulados. La turbulencia devolvió a al punto de partida. Las...

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