Macri está jugando a todo o nada

Jugando el alargue de un partido en el que va perdiendo desde el 11 de agosto, Mauricio Macri empieza a tomar nota de que los poderes, sean constitucionales o fácticos, lo abandonan antes de tiempo. Juega, tal vez por primera vez, a todo o nada. Se terminó la cortesía con la Corte Suprema de Justicia. No dudó un instante en reprocharle un desplante al presidente de la Unión Industrial, Miguel Acevedo, quien, a su vez, juega otro partido al lado de Alberto Fernández.La Justicia es un poder constitucional, pero es también un poder fáctico en la medida en que aspira a ocupar territorios de otro poder del Estado. Los empresarios son del mismo modo un poder fáctico, como lo son los sindicatos. Todos ellos se alejan de Macri. Estaban lejos antes, pero ahora lo hacen sin disimulos porque entrevén la otra orilla hacia donde dar el salto.Al revés de lo que se supuso siempre, Macri recurre a la gente común en sus movilizaciones macristas (o antikirchneristas, quién lo sabe), mientras desertan de él los sectores que se creían más cercanos al Presidente.Macri invitaba a comer en Olivos al expresidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, después de que este fuera tumbado del cargo por una operación comandada por el abogado presidencial Fabián "Pepín" Rodríguez Simón y por otro miembro de la Corte, Horacio Rosatti. Rosatti, que libra una vieja competencia con Lorenzetti, se prestó para colocar en la presidencia del cuerpo a Carlos Rosenkrantz, a quien luego abandonó. Ahora está más cerca de Lorenzetti en el intento de complicarle la vida a Rosenkrantz. El objetivo de Rosatti es la presidencia de la Corte, y se propone liquidar a un presidente tras otro hasta sentarse él en la poltrona más importante del Poder Judicial. Macri creyó que con aquellas invitaciones a Lorenzetti consolaría al inconsolable Lorenzetti. No lo consiguió. Fue Lorenzetti, con su experiencia de 11 años al frente de la Corte, el que construyó una mayoría para cambiar rápidamente las condiciones de las medidas que eliminaron el IVA a los productos de la canasta básica y bajaron el impuesto a las ganancias. La decisión de la Corte fue que esas medidas, pensadas para aliviarles la vida a los sectores más vulnerables de la sociedad, deben ser sufragadas íntegramente por el gobierno federal, no por las provincias.El IVA es un impuesto coparticipable y, por lo tanto, las provincias verán mermados los recursos que reciben por la coparticipación. La Corte eliminó en este caso la...

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