Macri imita a Perón al sumar extrapartidarios

Para muchos, comparar a con Juan Domingo Perón bien podría sonar a herejía, pero con su sorpresivo anuncio de que será su compañero de fórmula en la inminente carrera electoral, el actual presidente profundiza una estrategia en la cual su antecesor fue un experto. Perón supo absorber radicales y otros extrapartidarios desde un principio. Ya en 2015, Macri tenía cerca, y en puestos claves, a varios justicialistas, algunos de los cuales cantaron con ganas la marcha peronista en elCuando recién asumió, Macri le tendió una mano a cuando lo llevó a la Cumbre de Davos, recreando, en una escala menor, al "opositor amistoso" que supo tener el presidente Raúl Alfonsín en Antonio Cafiero. La experiencia solo duró unos meses productivos para el nuevo Ejecutivo ya que las huestes de Massa ayudaron a sacar leyes. Pero después, el renovador fue en busca de una alianza estrambótica con Margarita Stolbizer, que no le sirvió a ninguno de los dos; Macri lo denostó al rotularlo burlonamente como "ventajita" y ahora Massa volvió a caer en los brazos del kirchnerismo, pese a que hasta hace menos de un mes reivindicaba por TV haber puesto "límites" a Cristina Kirchner en las últimas seis elecciones. "Nosotros hemos demostrado austeridad y coherencia política", me respondió cuando le pregunté en el programa La cornisa, el 19 de mayo último, si la expresidenta y actual senadora multiprocesada era o no un límite para él. Parece que no lo era finalmente.Ahora, con Pichetto adentro, Macri inicia una nueva fase más ambiciosa que seguramente deparará nuevas sorpresas.No son pocos los que piensan que el "purismo" Pro de Marcos Peña y Jaime Durán Barba enfriaron esas exploraciones presidenciales en tierras peronistas durante estos tres años y medio. "Eso es falso", se irrita Macri ante cualquiera que le intenté exponer esa teoría. "Marcos soy yo", se le volvió a escuchar hace pocas horas cuando se ponía al jefe de Gabinete del lado de los derrotados por la llegada de Pichetto. "Siempre intentamos sumar y consensuar -suele explicar el primer mandatario cuando retoma la calma-, pero la influencia y el dominio psicológico e ideológico del kirchnerismo sobre el PJ lo impidió".La democracia argentina tiene ante sí dos posibilidades contradictorias en ciernes: una espectacular por lo buena y necesaria ya a la vista (que un presidente no peronista termine su mandato) y otra muy sombría e inquietante (que el kirchnerismo gane e ingrese en una fase más autoritaria ya fuera del...

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