Macri, frente al peronismo en campaña

Tienen el diagnóstico, pero no encuentran el remedio. Los peronistas no kirchneristas llegaron a la conclusión, acertada, de que entre el 65 y el 70 por ciento de los votos están repartidos entre y ; es decir, afirman, que está vacante un porcentaje de la sociedad que oscila entre el 30 y el 35 por ciento, casi los mismos porcentajes que acompañan al Presidente o a la expresidenta.Debe relativizarse, sin embargo, esa afirmación: la suma de los distintos grupos de izquierda significa en casi todas las elecciones presidenciales casi un 10 por ciento de los votos. Lo que queda, entonces, es entre el 20 y el 25 por ciento de los votos. No es poco. El problema real que tiene ese peronismo, al revés de Macri o de Cristina, es que carece de un liderazgo unificador y de un candidato claro para las elecciones de octubre. Podrán definirlo en las primarias de agosto, pero los otros dos ya habrán tenido seis meses, por lo menos, de campaña electoral implícita.Otra cuestión no resuelta por los que integran el peronismo alternativo es qué harán con Cristina Kirchner. Ella los seduce con una interna en la que, dice, podrían participar todos, siempre que sea en Unidad Ciudadana, su partido. ¿Por qué en ese partido y no en otro lugar? "Porque ella duplica la imagen y la intención de votos de cualquier otro peronista. Tiene derecho a poner condiciones", responde un asesor de Cristina. Sabe que ella los arrasará en cualquier contienda interna, sobre todo porque tiene la simpatía de la monumental provincia de Buenos Aires. El conurbano bonaerense es el distrito de Cristina; ella es, por ejemplo, la jefa política indiscutida de La Matanza. Ni Verónica Magario ni Fernando Espinoza, los supuestos jefes matanceros, podrían hacer nada sin la aprobación de Cristina.Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto tienen posiciones definitivas sobre Cristina. El peronismo alternativo no puede ni debe hacer alianzas con ella, coinciden los dos. Ellos llegaron a decir que si una mayoría de ese peronismo decidiera acercarse a Cristina, ambos se irían. No tengo nada que ver con Cristina, señaló Urtubey. El cristinismo no expresa las ideas del peronismo, agregó Pichetto. La disidencia está en Sergio Massa, que habla vagamente de los fracasos del pasado, pero que, al mismo tiempo, trata de seducir al electorado de Cristina. Tenía razón, entonces, el exjefe de Gabinete Alberto Fernández cuando hace poco dijo en un reportaje a LA NACION que había muchas ideas en común entre...

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