Macri apunta a las provincias para acelerar el ajuste del déficit

Fronteras adentro, aún más delicada que la que sostiene con el (FMI): el Presidente pretende trasladar a las provincias una carga significativa del ajuste adicional al que se comprometerá a cambio del auxilio financiero.

La obsesión de Macri consiste en cerrar cuanto antes el objetivo de primario para 2019. Ese será el número mágico que el Gobierno debe llevar a Washington para acordar con el FMI. incendió la previsión anterior, del 2,2% del PBI. "Vamos a presentar una meta creíble. No nos pedirán déficit 0, pero tampoco será el 2,2%. Será seguro una cifra que empiece con 1", dijo a LA NACION una fuente de máxima confianza del Presidente.

Cada decimal representa millones de pesos de ahorro (un punto del PBI equivale a unos US$6000 millones). del que habló esta semana el jefe de Gabinete, , anticipa una etapa de fuertes tensiones políticas.

Detrás de la intención declarada de abrir una etapa de desarrollo real de la Argentina, subyace la urgencia de decidir cómo se reparte el recorte.

estableció dos parámetros, según relatan fuentes de su entorno íntimo. Uno: la tijera no se aplicará sobre el presupuesto social (jubilaciones, AUH y otras partidas que se llevan el 75% de la masa total). Dos: llegó la hora de que las provincias -en su mayoría en manos del peronismo- reduzcan fuerte el gasto.

"La clave pasa por revisar responsabilidades -añaden en la Casa Rosada-. A los gobernadores les transferimos una masa fenomenal de recursos y ahora les toca asumir las funciones que van atadas". Aluden a la devolución pactada en 2016 del 15% de la coparticipación de impuestos que la administración central retenía desde la estatización en 2008 de las jubilaciones privadas. Gracias a esos fondos, la mayoría de las provincias roza el equilibrio fiscal.

El Gobierno imagina recortes de partidas nacionales que financian planes de vivienda provinciales, obras públicas y regímenes jubilatorios especiales (como ya sugirió Macri). Le tocaría a cada gobernador determinar cómo cuadra sus números sin ese dinero. En Buenos Aires, ya se prepara para amortiguar el golpe que se le viene. Ella -por la magnitud de su distrito y su peso específico en el oficialismo- tiene un papel central como motor de eventuales acuerdos.

En la mirada de Macri, los gobernadores deben comprometerse con la reducción del Estado. Suele despotricar en privado por el tamaño de la planta de empleados públicos en la gran mayoría de las provincias.

Es de esperar que en la administración central se...

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