Macri apuesta a reposicionarse con el G-20 después de la crisis

La cuenta regresiva comenzó. Solo falta un mes para que los principales líderes del planeta confluyan en la ciudad de Buenos Aires. (Estados Unidos), (China), (Rusia), (Alemania), (Francia) y (Japón) son algunos de los mandatarios que pisarán suelo argentino para participar de la cumbre del .Quizás como nunca en la historia, los ojos del mundo se posarán sobre la Argentina y el Gobierno busca aprovechar la oportunidad para dar un claro mensaje de reposicionamiento internacional para demostrar que logró atravesar la crisis económica.Por eso la Casa Rosada trabaja sobre tres objetivos. El Presidente les agradecerá a sus pares el respaldo que recibió durante este año y, sobre la base de tres hechos concretos como el acuerdo con el (FMI), la aprobación del presupuesto y la estabilidad cambiaria, intentará retomar el lugar de liderazgo regional que tuvo hasta que la "turbulencia" se transformó en una "tormenta perfecta" que hizo tambalear la frágil economía argentina.Esta semana el FMI le dio una alegría al Presidente: el organismo multilateral de crédito aprobó el viernes la renegociación del acuerdo y así mandó un mensaje a los mercados de que tiene espalda -en los próximos cinco meses y medio recibirá con US$24.100 millones- para calmar al tipo de cambio y generar estabilidad en el corto y mediano plazo. El tercer reto, el presupuesto, ya consiguió media sanción en Diputados y el Gobierno confía en que se aprobará antes de que el desfile de presidentes comience.En una ciudad militarizada, tendrá una superagenda cargada de visitas de Estado, reuniones bilaterales y discursos. El jueves 29, por ejemplo, el jefe del Estado se verá por la mañana con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte; almorzará con Macron -será en un "lugar especial" y participarán las primeras damas, Juliana Awada y Brigitte Macron- y cenará en Olivos con Trump.El presidente norteamericano, con quien Macri tiene una relación desde hace años, representa una preocupación en sí misma para la Casa Rosada. En el Gobierno prenden velas para evitar que la guerra comercial que se desató entre Estados Unidos y China se transforme en un foco de atención durante esos días. O que ocurra algo similar a lo que pasó en junio en el cierre de la Cumbre del G-7, el foro que reúne a los líderes de los siete países más industrializados del planeta. Allí Trump, enojado por los comentarios que hizo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, decidió retirar su apoyo al comunicado que había...

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