México presiona a España para que propicie un acuerdo Repsol-YPF

MADRID.- El gobierno de México se tomó en serio la promesa de jugosos negocios petroleros en la Argentina y pasó a la acción: en sintonía con la Casa Rosada, decidió desplegar una fuerte presión sobre España para destrabar cuanto antes el conflicto por la http://www.lanacion.com.ar/1636094-en-espana-afirman-que-repsol-exigira-20-mil-millones-de-dolares-por-la-expropiacion-de-ypf.El propio presidente mexicano, , le planteó el tema a su par español, , en una reunión que mantuvieron el mes pasado en Panamá. No hubo acuerdo. Y las consecuencias empiezan a notarse ahora: la petrolera estatal mexicana Pemex congeló millonarios acuerdos para construir 14 barcos en astilleros de Galicia y amenaza incluso con desinvertir en Repsol, de la que posee el 9,4 por ciento.La jugada de México alarma al gobierno de PP. Aunque tratan de mantener la crisis en reserva, fuentes de los dos países confirman que este conflicto es uno de los principales temas que movieron al ministro de Industria, José Manuel Soria, a viajar este fin de semana a México DF.El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, fue quien blanqueó la situación al advertir que Pemex debe cumplir su compromiso de inversión. "Lo que se firmó en 2012 no es un documento político, sino contractual", dijo. El negocio representa desembolsos por 300 millones de euros y la creación de 2000 puestos de trabajo en los alicaídos astilleros gallegos.El hombre que gestiona la ofensiva mexicana es Emilio Lozoya, presidente de Pemex y cultor de una larga amistad con el CEO de YPF, Miguel Galuccio.Lozoya se involucró a cara descubierta a favor de la Argentina en junio pasado, cuando -en representación de Galuccio- llevó a España la segunda oferta que planteó la Argentina para compensar a Repsol por la nacionalización de sus acciones, dispuesta por Cristina Kirchner en abril de 2012.El funcionario mexicano sentó a una mesa en Barcelona al presidente de Repsol, Antonio Brufau (a quien la Casa Rosada considera "el" enemigo); a Isidro Fainé, número 1 del grupo La Caixa (dueño de 12% de las acciones), y a Manuel Manrique, de Sacyr (9%).Les mostró la propuesta: el Gobierno pensaba compensar a la petrolera española con el pago de 1500 millones de dólares, en efectivo y bonos, más una participación del 47% en una nueva sociedad que lideraría YPF con la finalidad de...

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