Luzmila Carpio, la chamana que canta con los pájaros

Luzmila Carpio aprendió de la música escuchando a los pájaros. Nació en un pequeño pueblo boliviano de la comunidad de Qala Qala, del departamento de Potosí, donde vivían apenas ochenta familias. Su madre y su abuela la ponían en sus faldas y le contaban antiguas leyendas en aymara y quechua. A los once años debutó profesionalmente. Su voz aguda ya sorprendía. En ella evocaba la leyenda del cóndor, el mensajero entre el cielo y la tierra, o traducía el código de las aves de su región. Luzmila podía saber, apenas escuchando el canto de un pájaro, si su melodía servía para fertilizar la tierra o advertir de un peligro. Ese aprendizaje de niña se transformó en su misión artística: evocar la espiritualidad andina y preservar la cultura ancestral de su tierra. "Mi madre y mi abuela me han enseñado sobre la espiritualidad de mi pueblo y cómo hablar con la Luna, el Sol, las estrellas y la Madre Tierra. Son creencias muy antiguas y profundas de nuestra Pachamama."

Luzmila lleva más de cuarenta y cinco años sobre los escenarios, grabó 25 discos y compuso más de 120 canciones en quechua y aymara. Buena parte de ese material integra su nuevo espectáculo, Celebración, en el que recorre su historia musical, que presentará mañana, a las 20, en el CCK, dentro del cico Latinoamérica.

La artista, referente de la música de América Latina en el mundo, vive en Francia desde 1979 y fue elegida por el presidente Evo Morales embajadora boliviana en París entre 2006 y 2011. Su labor excedió lo artístico y se transformó en una vocera de los pueblos originarios. En 2006 se presentó frente a una audiencia de más de 150.000 espectadores en la Plaza de la Constitución de Santiago de Chile, para la asunción de la presidenta Michelle Bachelet; en la ocasión interpretó "Canto a la gaviota", un tema en el que su voz simula el vuelo del ave marina y el anhelo del pueblo boliviano de recuperar una salida soberana al mar.

"Ésos fue mi mensaje y mi pedido para el pueblo chileno, un pedido de hermandad y de unidad de los pueblos latinoamericanos, pero también de justicia marítima", afirmó Luzmila Carpio, poco después de compartir escenario con artistas latinoamericanos como Gilberto Gil (Brasil), Andrea Etcheverry (Colombia) y Julieta Venegas (México).

Durante la década del noventa grabó Yuyay Jap'Ina, un trabajo impulsado por Unicef que buscaba promover la alfabetización de las lenguas ancestrales de los pueblos originarios. Ese material musical, compuesto por Luzmila Carpio...

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