Lucha contra el narcotráfico: llegó el tiempo de la acción

El anuncio por parte del presidente Mauricio Macri del programa Argentina Sin Narcotráfico, concretado anteayer, era largamente esperado por la sociedad. Claro que, más que por las acciones y proyectos anticipados por el primer mandatario y por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, las esperanzas en este plan deben centrarse en la amplia convocatoria lanzada para enfrentar este flagelo y en la presencia de representantes de los tres poderes de la República y de sectores de la oposición en el acto.

Al encuentro, en el que el titular del Poder Ejecutivo se comprometió a convertir la lucha contra el narcotráfico en una política de Estado, asistieron, además de los miembros del gabinete de ministros, autoridades y representantes del Congreso de la Nación, tanto por el oficialismo como por la oposición; gobernadores provinciales, y miembros de la Justicia, encabezados por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

La imagen de representantes de los tres poderes del Estado juntos tiene varios significados. Pero, ante todo, refleja una voluntad política de coordinar acciones entre el Poder Ejecutivo, el Congreso y la Justicia, y entre la Nación y las provincias, para enfrentar a un enemigo que no reconoce leyes ni fronteras y cuya derrota requiere una especial coordinación.

El problema del narcotráfico dista de reducirse a aquellos que consumen drogas, sino que abarca a la sociedad toda, por cuanto, como subrayó el Presidente, "genera un aumento exponencial del nivel de violencia", al tiempo que corrompe distintos estratos de la administración pública, incluyendo las fuerzas de seguridad y el Poder Judicial.

De allí que el programa comprenda el impulso de un protocolo de control de las fuerzas de seguridad que deben enfrentar al narcotráfico, además de controles patrimoniales, toxicológicos y ambientales de todos los actores involucrados en esta lucha.

El plan también prevé el envío al Poder Legislativo de proyectos de ley dirigidos a aumentar las penas para quienes vendan y cocinen paco, droga hecha con pasta base de cocaína que genera especial adicción y numerosas muertes a niños y jóvenes, generalmente en los sectores sociales más empobrecidos.

Es indudable que esta batalla contra los mercaderes de la muerte que manejan el negocio del paco requerirá, asimismo, programas tendientes a la inclusión social y laboral de adolescentes y jóvenes que muchas veces se convierten en soldados del narcotráfico y que, en numerosas...