De locura y de muerte: un pacto con la creación

Locura, creación y muerte

Ciudad de México.- ¿Cómo se transforma la enfermedad en el cimiento de una experiencia artística?¿Puede un artista huir de la pasión que lo destruye? ¿Qué recompensa obtiene por su divinidad? Algunas historias recuerdan que el arte es una salvación a medias cuando la locura se obstina en arrebatar el alma.

"Busque la vida", le pide el médico al músico en La hermana , de Sándor Márai , para salvarlo de la enfermedad. "Todo hombre debe asumir algún día el peso de la pasión, como si fuese una cruz", dice el músico. En la novela del autor húngaro -que se quitó la vida en California, en 1989- coinciden la sedación y la morfina, y la voluntad surge como el único remedio capaz de atravesar ese dolor existencial.

Pizarnik se suicidó en septiembre de 1972, a los 36 años

"El viento es un trozo de oxígeno disfrazado de fantasma, que vaga silbando, una canción que nunca pasa de moda", escribió Alejandra Pizarnik (1936-1972) en Diarios (1954), de quien se cumplen hoy 50 años de su muerte . "Una mirada desde la alcantarilla puede ser una visión del mundo", dice en Árbol de Diana (1962), prologado por el poeta mexicano y Nobel de Literatura Octavio Paz. Traducida a varias lenguas, se convirtió en musa y referencia de varios autores, mientras legiones de lectores siguen maravillándose por la belleza atroz que fue capaz de extraer de su infierno. "No quiero ir nada más que hasta el fondo", escribió en 1972, antes de su muerte. La encontró el 25 de septiembre de ese año, el fin de semana que pasaba fuera de la clínica psiquiátrica. Ingirió unas 50 pastillas de secobarbital, un barbitúrico que produce sedación y se prescribe en casos de angustia.

Ángeles negros

La locura fue a menudo en la historia del arte la palabra más a mano para resumir un complejo de enfermedades mentales padecidas por artistas con melancolía, paranoia, esquizofrenia o marginados de la sociedad, cuya estigmatización marcó la admiración de su obra .

La escultora Camille Claudel, musa, asistente y amante de Rodin

¿Cabría hoy otro diagnóstico para Camille Claudel (1864-1943) señalada con demencia por una sociedad misógina, que pasó por alto el talento que su maestro y amante, Auguste Rodin (1840-1917), aprovechó y sometió? "Déjame verte todos los días (...) no dejes a la fea y lenta enfermedad apoderarse de mi inteligencia, del amor ardiente y tan puro que siento por tí. En fin, piedad querida, y tú misma serás recompensada", le escribió el artista francés, de 43...

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