Lo local y lo global
Autor | Roberto Dromi |
Páginas | 247-276 |
Page 247
En lo últimos tiempos el sistema mundial político, económico y social ha experimentado grandes cambios. Los pensadores contemporáneos coinciden en afirmar que vivimos tiempos de transición1. Las transiciones, en el estudio de la historia, se definen por "el desde dónde y el hacia dónde" y para los actores que poseen una fina conciencia histórica2, son tiempos de mucha riqueza vital, puesto que las decisiones tomadas jalonan la organización de la sociedad venidera. después de un período de transición, todo resulta transformado, renovado, se forma una nueva sociedad que, asumiendo las características perennes, las asimila en un tiempo histórico particular. La riqueza de oportunidades que nos ofrece la transición, nos invita a volver a nacer, a renacer. Renacer supone observar la realidad enPage 248 su totalidad; el renacimiento3 convoca e interpela al hombre en su vocación de universalidad.
Creemos que justamente porque estamos recorriendo un período de transición toda la sociedad contemporánea vive en espacios "vacilantes", percibe situaciones "vacilantes"4. Es un tiempo de indefinición, en el cual no se deben buscar todavía las certezas, porque las cosas no son todavía ciertas, no van a ser ciertas mañana, tal vez el acceso a nuevas certezas demande todavía un tiempo que es difícil de estimar. El presente nos impele a vivir pensando en que lo que hoy es, mañana es muy probable que no sea, o que le cueste seguir siendo tal como lo conocemos hoy. Las respuestas, en este ámbito de incertidumbre, no están dadas. y precisamente, es esta incertidumbre la que va a permitir debatir y negociar, no para imponer un orden, sino para encontrar las vías posibles y deseadas para una vida en conjunto a escala global y local.
En esta línea, muchos autores utilizan el vocablo "glocalización" para designar un "locus" propio que incluye la dialéctica de dos realidades, lo local y lo global. Este apelativo expresa al mismo tiempo una exigencia, la exigencia por excelencia de la teoría cultural: parece absurda la idea de que se puede entender el mundo actual, sus colapsos y arranques, sin aprehender al mismo tiempo los sucesos contenidos bajo las palabras guía "política de la cultura,Page 249 acervo cultural, diferencia cultural, homogeneidad cultural, etnicidad, raza y género"5.
En este diálogo, por ejemplo, "la economía global no es de ninguna manera indiferente, contrariamente a lo que solemos admitir habitualmente, a los anclajes territoriales. Sus efectos de estandarización son más limitados de lo que creemos... La segunda se refiere a que, frente a los efectos de lejanía que provoca la globalización, el apego a lo local funciona como un contrapeso, una compensación. En un mundo global en el que parece que sólo se da importancia a las identidades funcionales, los individuos recobran el gusto por vincularse a sus identidades territoriales"6.
Es recién ahora7 que la creciente interdependencia global de las economías y de los sistemas sociales, unida a ideas filosóficas y éticas de este tiempo, basadas en renovadas condiciones de trabajo y de vida, genera una nueva concepción de las interrelaciones en el mundo8. La percepción de los cambios que se experimentan supone la "configuración de un futuro que ya no parece encadenarse ordenadamente al pasado conocido"9.
Hoy, el mundo se nos devela con un aparente absurdo, un fenómeno de globalización, de mundialización unido a un fenómeno de localización. A primera vista, sin una reflexión parecería ser quePage 250 lo "local" y lo "global" se contradicen y excluyen, pero paradójicamente son términos que deberían complementarse, son las dos caras de nuestra realidad10. "pinta tu aldea y serás universal", nos decía León tolstoi.
Este es el escenario: el mundo se ha "reducido", las distancias se han acortado, existe cada vez más una mayor movilidad comercial y financiera, una tendencia a la homogeneización cultural y como contrapartida surgen la lucha por mantener las identidades de pueblos y grupos sociales y un acercamiento de los individuos a su lugar, pues se comprende que lo local es el punto de partida para que los beneficios de la globalidad puedan ser alcanzados.
Entonces, "no hay globalidad que valga, sin localidad que sirva. En otras palabras: no hay participación global sana que no parta de gobernanza local sana"11.
La globalización nos plantea la dicotomía entre lo propio, "lo local" y lo ajeno, "lo global" pero esto debe traducirse como una fusión entre identidad e inclusión, este es el desafío planteado. una gobernanza global eficiente necesita primeramente de una gobernanza local eficiente, partir de la individualidad para alcanzar la globalidad. Si no tomamos conciencia de esto, "los méritos de la globalización serán urnas vacías si no se llenan con los líquidos de la gobernanza local: las políticas de desarrollo, bienestar, tra-Page 251bajo, infraestructura, educación, salud, alimentación que se inician localmente a fin de crear el círculo virtuoso de un mercado sano como condición para contribuir a un mercado global vigoroso pero más justo, realmente global en la medida en que incluye cada vez a más hombres y mujeres en proceso del mejoramiento real de sus vidas"12.
Vivimos momentos de transformaciones, caracterizados por ambigüedad e incertidumbre, un tiempo complejo donde lo universal, "lo global" y lo particular, "lo local" exigen nuevos modos de acción basados en la cooperación y el consenso13.
Así las cosas, el obrar será "pensamiento global y acción local", vale decir la comunidad local conducirá sus acciones con una perspectiva global y un programa global deberá conocer las necesidades de las comunidades locales. El hombre, creemos que hoy piensa globalmente y actúa localmente, así defiende derechos reconocidos universalmente por ejemplo, los temas ambientales, actuando en su defensa y protección en su ciudad, en su localidad14. Esta transformación implica, que lo local cobra una importancia estratégica, convirtiéndose en centro de gestión de lo global en el nuevo sistema tecno-económico15.
Como bien destacan ciertos autores, "la articulación entre sociedad y economía, tecnología y cultura en el nuevo sistema puede realizarse más eficaz y equitativamente a partir del reforzamiento de la sociedad local y de sus instituciones políticas. Lo global y loPage 252 local son complementarios, creadores conjuntos de sinergia social y económica, como lo fueron en los albores de la economía mundial en los siglos XIV-XVI"16.
Es importante establecer que lo local y lo global no se excluyen mutuamente, sino que lo local debe pensarse como un aspecto de lo global. La globalización significa también acercamiento y mutuo encuentro de las culturas locales. por todo lo mencionado podemos afirmar que con la globalización la historia no ha terminado: hay mucho por hacer, hay enormes desafíos por enfrentar17; la oportunidad de la hora reclama de los hombres un compromiso global que no pierda el arraigo local. una responsabilidad ampliada, que otorga derechos universales, que genera deberes más profundos y brinda mayores posibilidades de ser y de hacer.
A lo largo de la historia, los asentamientos urbanos -villas, aldeas, pueblos, ciudades-, han sido y son causa de procesos de crecimiento demográfico y económico, pues las poblaciones hanPage 253 buscado aquellos lugares que presentaban mayor cantidad de actividades y, por consiguiente, mayores expectativas también18.
Es precisamente en estas urbes donde tiene lugar la vida local; en ella se desenvuelve un sistema específico de relaciones sociales, de cultura y sobre todo, de instituciones políticas de autogobierno19.
Vivir la propia vida supone vivirla en un lugar propio, estar arraigado en un lugar donde las raíces vinculan estrechamente la identidad personal con la identidad colectiva y cultural. Hoy somos testigos de un afán general, universal por parte de los pueblos y sus gentes de perpetuar lo propio como garantía de continuidad.
Lo local adquiere una nueva e inusual importancia. Se valoriza, como ya fuera indicado, lo próximo, lo cercano al ciudadano, todo lo que tiene que ver con sus raíces, tradiciones y costumbres, de lo que no quiere despojarse para no perder su identidad.
Sin embargo la valorización de lo local vino acompañada en algunos casos de ciertos vicios como los nacionalismos exacerbados, las xenofobias, los prejuicios raciales, y esperamos que no regresen, que invitan a la reflexión y al diálogo para entender que la tolerancia es principio universal del habitar mundial20.
Se observa que "el proceso de globalización y la informacionalización de los procesos de producción, distribución y gestión modifican profundamente la estructura espacial y social de las ciudades en todo el planeta. Éste es el sentido más directo de la articulación entre lo global y lo local"21.
Page 254
Así, algunas ciudades poseen cada vez mayor relevancia, incluso hay quienes llegan a pensar en una redefinición en las funciones del Estado pues en muchos casos existen ciudades "divorciadas" de sus Estados, como es el caso de Shangai (demostrada recientemente por la "crisis del arroz" o el "efecto arroz"). de allí que el Estadonación que otrora era el representante central de la vida económica pasó a ser en ciertos casos un espectador, en ocasiones pasivo, en las infinitas transacciones planetarias22. podemos concluir que existe una "transferencia" de poder de los Estados a mercados, organismos, ciudades, una descentralización impuesta...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba