Lobby, una actividad necesaria para la democracia participativa

Al hablar de regulación del lobby o gestión de intereses ante las autoridades públicas se pone el acento en el registro de las actividades e interacciones que mantengan las autoridades, legislativas o ejecutivas, con los ciudadanos y sus grupos de interés: organizaciones de la sociedad civil, empresas y asociaciones profesionales. El lobby se sostiene en un derecho básico de toda democracia y república, que es el de peticionar a las autoridades. Por llevarlo a un extremo, una sociedad sin lobby se parece más a Cuba o a Corea del Norte que a cualquier ejemplo de sociedad civilizada que conozcamos.

Todos los integrantes del gobierno de un Estado con responsabilidades regulatorias, tanto a nivel político como técnico, intentan armonizar entre intereses diversos que muchas veces compiten entre sí. Cuanto mayor sean el entendimiento y la comprensión que obtengan quienes deben regular un caso o situación, mayor y mejor será la solución arbitradora a la que arribarán, fortaleciendo el funcionamiento del proceso político para beneficio de todos los ciudadanos.

La tarea de hacer comprensibles a los decisores de políticas públicas los intereses que cada una de las partes involucradas promueve es la fundamental acción de lobbying que realizan quienes practican las relaciones gubernamentales. Para hacerlo con eficacia, además de necesitar capacidades de comunicación, deben abordar la posición que representan desde una matriz conceptual política.

Es imprescindible obtener una adecuada comprensión de la naturaleza jurídica de un problema o situación y conocer las exigencias que el caso impone desde lo administrativo o institucional. De todos modos, en estas instancias estamos tratando sobre condiciones de la táctica. A un nivel más profundo yace en el sustrato del caso lo estratégico, que explica y da sentido a todo lo demás. Es la dimensión de la política, a quienes los clásicos definían como "el arte de lo posible". El gobernante se enfrenta continuamente con necesidades políticas que serán el criterio rector de sus decisiones de gestión. De aquí surge la imperiosa necesidad del lobbying como actividad de mediación que procura la adaptación de intereses particulares, a la instrumentación del interés público que realizan los organismos e instituciones de un Estado.

Toda institución gubernamental...

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