Una lluvia de pesos le permitió al Gobierno financiarse a tasas menores a las fijadas por el BCRA

El ministro Nicolás Caputo saliendo de Casa de Gobierno días atrás junto al Secretario de Finanzas, Pablo Qirno

El proceso de migración de los millonarios y caros pasivos monetarios del Banco Central (BCRA) al Tesoro comenzó formalmente hoy al captar del mercado el Gobierno $2,96 billones en una licitación de deuda en la que les llovieron 12.828 pedidos de compra por poco más de $13 billones.

Dicho previsible aluvión de ofertas , muy mayoritariamente de bancos, y rechazadas en un 76,5%, le permitió colocar la primera Letra de Descuento (Lede) en pesos a tasa fija de la era Milei, el papel "estrella" de esta subasta a una tasa "pura" del 8,66%, medio punto inferior a la del 9,16% que pasó a rendir el plazo fijo tradicional luego del recorte de tasas dispuesto días atrás por el ente monetario, aunque algo por encima de la del 8,55% promedio mensual que reciben los bancos por sus inversiones en pases pasivos a un día al 100% nominal anual.

El resultado de la subasta confirma que una de las apuestas de la administración Milei pasa por salir de la borrachera monetaria de los últimos años licuando ahorros en pesos, ya que las tasas vigentes quedan muy rezagadas respecto de una inflación general que, avisan las mediciones privadas y admite el propio Gobierno, irá del 20 al 30% mensual.

"En una economía con aceleración inflacionaria, donde las estimaciones de diciembre están arriba del 30%, no hay instrumentos de renta fija (salvo plazo fijo UVA) que le gane a la inflación. Un riesgo que puede terminar con la calma en los dólares y la caída de la brecha", advirtió al respecto el analista financiero Cristhian Buteler.

"No veo como este diferencial entre tasas e inflación puede ser virtuoso en el mediano plazo", coincidió al respecto el economista Federico Moll.

En concreto, "habrá unos 10 billones de pesos buscando otros destinos mañana, interesante...", reflexionó Alejandro Bianchi, ejecutivo de DeInversiones.com.

La muy elevada demanda que hubo por los papeles del Tesoro (la licitación incluyó la oferta de dos bonos ajustables por inflación (CER) pero por vencer en 420 y 1054 días y que cotizaban en la previa con rendimientos negativos del -18 y -6,7%, respectivamente, no sorprendió al mercado, que había empezado en las últimas horas a incorporar este escenario luego de que el BCRA terminara de allanar el camino para estimular la transferencia de pasivos monetarios a deuda del Tesoro.

Esa estrategia comenzó a quedar delineada con la baja dispuesta...

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