Lionel Messi otra vez se metió en los laberintos de la selección

Las eliminatorias son un laberinto, traicionero como marca su naturaleza, y adentro ya está Lionel Messi. Conoce trampas, recovecos y siempre se las ingenió para encontrar la salida. Tiene números importantes Messi en el camino a los mundiales. Después de 46 partidos en algo más de quince años ganó 24, empató 12 y perdió 10. Marcó 22 goles, más que nadie en la historia albiceleste y en la historia continental, e igual que su amigo Luis Suárez. ¿Títulos? Ninguno; acá el premio es clasificarse, no dar una vuelta olímpica. Vaya si lo sabrán Marcelo Bielsa y aquella generación que viajó a la Copa de Corea-Japón 2002. Las eliminatorias son una obligación. Generalmente un sufrimiento, y a veces, hasta un calvario. Maradona, Bauza y Sampaoli pueden explicarlo. Argentina está a resguardo sólo si consigue lo que se descuenta: el boleto al Mundial de Qatar. Vaya presión.Ese lastre, como nunca antes, cargará Messi. Desde hace años era el patrón, pero no el líder de la selección. Se marcharon Javier Mascherano y compañía. En el ciclo Scaloni, Messi asumió todos los cargos. Mucho más desde que eligió travestir su perfil hacia una inconveniente posición rebelde, algo irrespetuosa. No necesitaba empezar a cantar el Himno después de los 30 años. El reto futbolístico será construir una selección con Messi y no de Messi. Será responsabilidad de todos. De la autoridad de Lionel Scaloni, del atrevimiento de los jugadores y del capitán, claro. Ahora está solo, y naturalmente es más dócil.El equipo lo necesita. Si él no sacude la modorra, se duerme en insinuaciones la nueva generación. Sus ráfagas motorizaron a una selección en constante ajuste. La Argentina encontró el gol por una gentileza de Ecuador -discutible penal- y, aunque el atrevido de Lucas Ocampos le pidió la ejecución, el capitán asumió el momento. También había tenido un penal, contra Islandia, en la apertura del último Mundial, y ése fue el inicio del derrumbe porque se lo atajaron. Esta vez el arquero ecuatoriano Domínguez manoteó la pelota, pero hubo gol. Único remate en el primer tiempo, y gol. El cuarto de Messi en la Bombonera, después de juguetear con los aficionados de Haití en 2018 y anotarles tres.Messi volvió a jugar en el continente y bajo la organización que tanto lo había irritado. "No tenemos que ser parte de esta corrupción", disparó indignado la noche de la derrota contra...

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