Lidia Borda: hoy como ayer

La aparición de Lidia Borda en el panorama tanguero fue como el alumbramiento de algo nuevo. Su primer disco, Entre sueños , que está cumpliendo quince años, fue fundacional; al recuperar el estilo de las cancionistas de los años treinta marcaría una época de ebullición y recambio generacional en el tango. "Cuando pasa el tiempo, te das cuenta de que fuiste parte de un proceso colectivo que se presentaba como necesario. Nada está escindido y no fueron acciones individuales, sino que todos estábamos buscando nuestra propia voz y pensar las cosas de otra manera en el tango y como sociedad también. Fue como un momento contracultural en oposición a la cultura de los noventa. Cuando pienso en mi propia reinterpretación, siento que éramos muchos que estábamos en lo mismo, y eso resignifica las cosas y se transforma en un proceso colectivo. A mí me da mucha felicidad haber estado ahí", cuenta Lidia Borda, celebrando un pasado que se reactualiza en su presente como artista clave de esta generación de nuevo tango.-¿Qué cosas influyeron en la aparición de una nueva generación de tango en ese momento?-Ese resurgimiento se lo atribuyo a Luis Cardei. Si bien no había una intencionalidad en su estilo, creo que en su forma de cantar y encarar el tango de otra manera nos vimos reflejados muchos jóvenes. En ese momento, la aparición de Luisito fue fundamental para toda esta movida que empezábamos gente como Brian Chambouleyron, Dolores Sola, Soledad Villamil, Cristina Banegas, yo y toda esa movida de cantores. Pero también, si pienso en toda la gente que nos vinculó con Luisito Cardei como Elvio Vitali; o la gente que nos iba a ver al viejo Gandhi (donde está Librería Losada) como María Moreno, Daniel Santoro o Nicolás Casullo, te das cuenta de que era un cambio a nivel social, algo que estaba pasando en diferentes ámbitos culturales.Así reflexiona en retrospectiva la cantora que mañana actuará en Café Vinilo, que repasará material de sus cuatro discos: Entre sueños (1996), Tal vez será su voz (2002), Ramito de Cedrón (2008), Manzi, caminos de barro y pampa (2010).Para realizar todo ese recorrido artístico, Lidia Borda comenzó con una simple pregunta que se sigue repitiendo hasta el día de hoy. "La gran pregunta que me impulsó en ese momento y me sigue impulsando es ¿Cómo se canta el tango? Esa pregunta me lleva a mirar históricamente, a empezar un racconto y volver a los orígenes para ver el devenir de esa interpretación. De esa manera se recupera el espíritu...

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