En Libia, los festejos no pueden tapar las huellas del horror

TRIPOLI.- Hay decenas de esqueletos recubiertos de cenizas en un galpón medio carbonizado de un terreno que se levanta al lado del cuartel general de la famosa Brigada 32 de Khamis Khadafy, el hijo menor del rais. Apodado "El Carnicero", Khamis, que al igual que su padre se esfumó en estos últimos días de batalla, era el comandante de una de las más temidas unidades de elite de las fuerzas de seguridad del líder libio.http://www.lanacion.com.ar/1400527-el-caos-de-tripoli-contado-en-primera-persona , la salida a la luz del horror, de masacres, de miles de desaparecidos, es la otra cara de los festejos por la liberación de una dictadura que el 1° de septiembre iba a celebrar su 42° aniversario.En el terreno que se levanta junto al cuartel general de la Brigada 32, un predio inmenso rodeado de altas paredes de cemento gris, el aire es irrespirable. La gente se levanta la remera para taparse la nariz y se coloca pañuelos y hasta bufandas porque el olor es nauseabundo.Al margen de los esqueletos del galpón ?imágenes de espanto que traen a la memoria la Camboya de Pol Pot y que explican por qué http://www.lanacion.com.ar/1353265-libia-la-onu-aplico-severas-sanciones ?, hay muchos más cadáveres que se están pudriendo al implacable sol de esta zona periférica de Salehedin, al sur de la capital, donde también han aparecido gigantescas fosas comunes."¿Ve lo que hacía Khadafy?", dice Ahmed, mi intérprete de 22 años. "Esto es lo mismo que hizo Hitler con los judíos", sentencia, evidentemente shockeado por la barbarie de las que estamos siendo testigos.Hay cadáveres en una pequeña oficina de ladrillos, pegada al galpón del horror; hay cadáveres del otro lado de una muralla de cemento; hay cuerpos que sobresalen de unas montañas de arena que se ven a 200 metros, al lado de un par de topadoras amarillas que, según todo indica, estaban cavando fosas comunes para ocultar el espanto.En el medio quedó abandonado un patrullero azul, de esos con celdas internas, que evidentemente las fuerzas especiales de Khamis utilizaron para llevar hasta allí a los prisioneros.En el galpón, los cadáveres parecen todos como apiñados cerca de la salida. Evidentemente, intentaban escapar del infierno, pero murieron quemados vivos.En verdad, nadie sabe exactamente qué paso. Sin embargo, algunos que hacen "turismo morboso" aseguran que algunos sobrevivientes les contaron que había habido una ejecución masiva, seguida por el lanzamiento de granadas y el incendio del galpón usado como prisión...

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