Lía Salvo: 'Le tuve miedo al fracaso personal'

En el kilómetro 550 de la ruta nacional 33 está América, una pequeña ciudad en la provincia de Buenos Aires que limita con La Pampa. Desde hace dos años, una gigantografía corta el paisaje de la llanura verde y llama la atención de quien traspasa la línea de entrada imaginaria de ese pueblo bonaerense. El cartel a escala gigante avisa que allí nació la mejor jugadora de polo de la Argentina. Una información que hasta ahora había pasado desapercibida para la mayoría o que en todo caso era conocida por un puñado de gente que tuvo la posibilidad de ser testigo de la ascendente carrera de Lía Salvo (28), la homenajeada en cuestión. Pero luego de hacer historia en el Abierto de Jockey Club de San Isidro junto al equipo de Adolfo Cambiaso y convertirse en la única mujer en haber obtenido un título en un torneo de semejante embergadura, esa gigantografía parece haber quedado chica.

-Después de lo que conseguiste te van a tener que hacer un monumento.

-[Risas] No, por favor. Lo hicieron cuando me subieron a nueve de handicap, que es algo que logramos sólo tres polistas mujeres en el mundo. Es muy loco, la verdad es que me da mucha vergüenza. El otro día veía la película El ciudadano ilustre y algunas cosas me recordaban a América. Cada vez que voy para allá trato de no mirar el cartel. Pero agradezco que me hayan hecho ese reconocimiento. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero parece que en América sí. Ahora el deporte del pueblo es el polo. Ojalá sirva para acercar a los más chicos. Aunque vivo en Buenos Aires, mi casa sigue siendo América.

-¿Te costó irte del pueblo, dejar tu casa, tu familia?

-En realidad después de terminar el colegio empecé a viajar para jugar torneos y no paré. De los 18 a los 24 me pasaba seis, ocho meses afuera. En Singapur, Tailandia y Malasia el polo femenino explota. Sigo yendo a esos países porque no quiero perder el contacto, pero menos. No me quedo meses como antes. Desde hace tres años, como juego en el equipo de El Paso Polo Ranch en torneos de chicas y también con varones en copas de mediano handicap, estoy bastante acá.

-En las giras por Europa y Asia, ¿tuviste la posibilidad de codearte con la realeza, como los jugadores de polo masculino?

-Sí, en Inglaterra, en la final Queens Cup compartí el podio real con la reina. Y en Asia es muy normal que los sultanes cierren el restaurante o el mejor hotel para agasajar a los jugadores. Una vez, estando en Malasia, en una cena de polo, se subastaba un reloj a...

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