Letanías y pocas ganas de festejar en una Kiev surrealista

KIEV.- La letanía de http://www.lanacion.com.ar/1666581-vertigo-en-la-crisis-de-ucrania-el-presidente-huyo-y-la-oposicion-se-hizo-cargo-del-gobiernose escuchaba desde cuadras a la redonda. Escoltada por el olor acre del gasoil quemado, el desorden, el frío y las barricadas que se erigen hasta donde alcanza la vista, la interminable procesión de hombres, mujeres y chicos que vinieron ayer a rendir homenaje a los muertos de Maidan tenía reminiscencias de cuadro surrealista.Mareados, pero fascinados con las barricadas de los milicianos en armas y el tumulto, decenas de chicos se dejaban fotografiar junto a un vehículo antimotines atravesado en medio de la avenida Khreshchatyk. Otros hacían muecas delante de un blindado estacionado sobre la vereda, adornados con rosas y banderas de Ucrania.Al día siguiente de haber ganado la pulseada con el régimen prorruso del presidente Viktor Yanukovich, los ocupantes de la Plaza de la Independencia (Maidan) parecían lejos de tener ánimos de festejar."¿Festejar qué? ¿Nuestros muertos? ¿Todas esas vidas jóvenes que cayeron aquí defendiendo un ideal? No hay motivos para festejar", aseguró Doyna. La cabeza envuelta en un turbante fabricado con tiras de banderas de Ucrania y la Unión Europea, esa cajera de supermercado de 45 años, madre de tres hijos, se define como "militante de la libertad, aunque eso me lleve a la muerte".Asombrados como el resto del mundo por los inesperados cambios políticos de la víspera, miles de ucranianos consagraron su tradicional paseo dominical a mostrar su adhesión a la causa. Con flores para los muertos, en un silencio de sepulcro sólo interrumpido por los gritos de los milicianos responsables del orden, decenas de miles de personas desfilaron por los exiguos corredores dejados por el incalculable amontonamiento de sillas, botellones de agua, troncos, trapos, cajones, plásticos, tachos, alambres y vehículos utilizados en algún momento de estos tres meses de resistencia.Pero también están los crucifijos. Cuando la violencia amaina, Maidan parece presa del fervor religioso. Cruces y...