Lesa humanidad utilizada como patente de corso

http://www.lanacion.com.ar/1599167-malestar-en-la-corte-con-el-gobiernoque se incorporó a la Constitución con la reforma de 1994, a fin de independizar de la vida política los nombramientos y remociones de los magistrados. Lamentablemente, este propósito no se logró aún y en la actualidad el Consejo, manejado por una mayoría kirchnerista, es una herramienta de presión oficial sobre los jueces. http://www.lanacion.com.ar/1599451-la-cidh-ordeno-a-la-argentina-cambiar-el-regimen-penal-juvenildebía mantener el equilibrio entre los representantes de los órganos que surgían de la elección popular, los magistrados, los abogados y los académicos. El Congreso, con su actual composición, no respetó este espíritu y la situación se agravó con la sanciónhttp://www.lanacion.com.ar/derechos-humanos-t466al otorgarle una mayor representación al sector político. Así, una proporción predominante del oficialismo permite orientar la selección de los magistrados según las conveniencias político-partidiarias y amenazar con procesos de remoción a los que evidencian una independencia de criterio desde sus funciones, al tiempo que se protege a quienes son funcionales al Gobierno.Un escandaloso ejemplo de esta última situación lo constituye el desempeño de Carlos Rozanski, integrante del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata. Conocido por su actuación en algunas causas por delitos de lesa humanidad, no han trascendido como debieran las gravísimas acusaciones que existen en su contra y que desnudarían la temible cara oculta del magistrado junto con un manejo interesado del tema de los derechos humanos, según se refleja en los expedientes a su cargo. Estas irregularidades fueron denunciadas por otro juez del mismo tribunal y por sus propios empleados. Las acusaciones, radicadas en el Consejo de la Magistratura y referidas, por un lado, a crueles maltratos y amenazas en las que habría incurrido el juez y, por el otro, a un caos organizativo que derivó en la prescripción de sumarios muy importantes, no han prosperado debido, precisamente, al manejo que habría realizado Rozanski de su imagen como juez en causas por violaciones a los derechos humanos.El de Rozanski es un abuso más de los muchos que se cometen en nombre de los derechos humanos. Deberían ser las organizaciones serias abocadas a ese tema –las que no se han corrompido ni han perdido su independencia– las primeras en intentar separar la paja del trigo.Las graves sospechas parecen tener asidero. En 2009, cuando Pablo Bertuzzi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR