Las Leonas se adaptan al otro extremo de la conducción

En las Leonas, como en cualquier seleccionado de elite, todos los días está en revisión el papel que desempeña cada uno de sus integrantes. Lo mismo ocurre en un grupo de trabajo. Las relaciones se van transformando y regenerando hasta encontrar cierto punto de equilibrio. Hoy, las medallistas de plata en Londres 2012 atraviesan una profunda etapa de reconversión, después del superexitoso período de Carlos Retegui entre 2009 y 2012. Y este cambio se advirtió claramente en la última serie ante Nueva Zelanda en Rosario, donde las chicas sintieron el impacto en la modificación del sistema de juego y, fundamentalmente, conocieron un poco más a fondo el espíritu y las intenciones del nuevo cuerpo técnico.En diciembre pasado, el desgaste entre la conducción del Chapa y las jugadoras fue tan evidente que lo mejor para la salud mental de ambas partes era cortar la relación por lo sano. De eso se encargó el presidente de la Confederación Argentina (CAH), Daniel Marcellini, que interrumpió el contrato de Retegui y confió el mando de las Leonas a Marcelo Garraffo.Ahora, el flamante staff de entrenadores quedó entre la espada y la pared porque sabe que, en caso de ganar el senador Aníbal Fernández en las elecciones de la CAH, el próximo 27 de abril, tendrá que dar un paso al costado. Sucede que la oposición ya eligió a Emanuel Roggero para asumir en el plantel campeón del mundo en 2010 y no dejará rastro de este incipiente ciclo, que comenzó en febrero. Sin embargo, Garraffo quiere desprenderse de la cuestión política y mira hacia adelante con una idea madre de organización. La frase está escrita con letras de molde y ya les fue transmitida a las jugadoras en el primer entrenamiento en el Cenard: "Un equipo inteligente es aquel que aprende y continuamente expande su capacidad para crear su futuro".La propuesta de Garraffo se basa en que el todo puede superar la suma de las partes. Un ámbito donde las Leonas descubren continuamente cómo crean su realidad y cómo pueden modificarla en función de su aprendizaje. Es decir, no aferrarse a viejos supuestos y modelos mentales. Hay un compromiso recíproco entre las jugadoras y las organización, en el que la inteligencia del seleccionado supera la inteligencia de sus integrantes.En este contexto, el diálogo cobra una importancia vital. Las conversaciones se vuelven abiertas, con una visión compartida entre las que juegan y los que dirigen. Un pensamiento conjunto, en el cual las Leonas no sobresalen ni aprenden porque se lo...

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