Lenguaje de los 70 para atacar a la prensa

Operaciones de acción psicológica. Un viejo término que usaban los totalitarismos para atacar a sus enemigos vuelve a agitarse de la mano del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y de la Comisión Provincial por la Memoria para sostener y justificar una acusación de espionaje .Ramos Padilla, integrante del movimiento Justicia Legítima, decidió cruzar una peligrosa frontera y avanzar con lo que hasta ahora era una amenaza solapada de sectores ultrakirchneristas a la prensa. Así como el represor Ramón Camps armó en los 70 un caso para justificar la destrucción del diario La Opinión y la tortura de su creador, Jacobo Timerman, el juez de Dolores encontró en la Comisión Provincial por la Memoria el aval necesario para inventar un delito de inteligencia ilegal contra periodistas que investigan casos de corrupción durante el kirchnerismo. La maniobra no es otra cosa que un deliberado ataque a la libertad de prensa, que solo encuentra antecedentes en los tribunales populares de países sometidos por dictaduras.El fiscal federal de Dolores, Juan Pablo Curi, cuestionó el informe del organismo presidido por el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel tanto como la vaguedad del término "operación de acción psicológica" que el juez pretendía convalidar con el análisis pedido a aquella comisión. En el informe al magistrado, a partir del análisis de la información secuestrada al falso abogado Marcelo D'Alessio -imputado por presuntas maniobras de extorsión-, la comisión presidida por Pérez Esquivel involucra directamente al periodista Daniel Santoro, de Clarín, en operaciones de violación de la ley de inteligencia, colocándolo como un eslabón imprescindible en acciones de espionaje.Dice el informe firmado por Pérez Esquivel que se "puede establecer con grado de certeza suficiente" que D'Alessio transgredió la ley de inteligencia. "Específicamente se hace referencia a la intención de influir sobre la opinión pública a través de la diseminación de información en los medios de comunicación producto de actividades de inteligencia ilegal", indica el controvertido trabajo, y agrega que los casos relevados "indican un particular interés en la difusión de presuntos casos de corrupción relacionados con las anteriores gestiones del gobierno nacional". En otro tramo, destaca que Santoro "no solo habría recibido información por parte de D'Alessio respecto de las personas blanco de vigilancia ilegal", sino que es posible inferir que la información remitida por...

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