Legisladoras: con más bancas, pero aún lejos del poder

Transcurrieron ya 25 años desde que, en 1991, se sancionó la ley de cupo femenino, y las mujeres pueden exhibir, no sin cierto orgullo, el avance que tuvo desde entonces la representación femenina en el Congreso. Aunque, si bien ocupan más bancas que antaño, son pocas las que acceden a los espacios de poder más importantes en ambas cámaras.

Esta contracara visible de la ley de cupo, que estableció que el 30% de las listas electorales corresponde a las mujeres, es la bandera que agitan hoy muchas legisladoras nacionales para ir por más: ahora reclaman una ley de paridad de género que amplíe su representación al 50% de las listas electorales. "Es una cuestión de equidad para garantizar igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres", proclaman las voceras de esta iniciativa. Sus detractores, en su mayoría hombres, contraatacan: "La paridad de género -dicen- es un abuso. Es injusta, porque obligaría a los partidos políticos a desplazar a los candidatos más idóneos o con mayor legitimidad popular al solo efecto de cumplir con una paridad artificialmente impuesta".

Ambos argumentos colisionan en momentos en que el Congreso se apresta a seguir los pasos de la Legislatura bonaerense, que la semana pasada convirtió en ley la paridad de género. En el Senado hay dictamen y en Diputados las legisladoras colaron la cláusula en la reforma electoral que se tratará el 19 de octubre en el recinto

Las mujeres avanzan y los hombres que critican la paridad de género no saben cómo atajarlas. Ni siquiera se animan a expresar en voz alta sus críticas por temor a las represalias de sus colegas femeninas. "Me parece un disparate [la ley de paridad], pero por favor no lo pongas en mi boca", ruegan diputados consultados para esta nota. Y, para reforzar sus críticas a la iniciativa, señalan: "Hoy, las mujeres no sólo tienen una amplia representación parlamentaria, sino que también supieron escalar alto en la política, incluso más que los hombres. Elisa Carrió, Gabriela Michetti, Margarita Stolbizer y Graciela Camaño son ejemplos claros. Y no necesitaron para eso una ley de paridad".

Quienes impulsan la equidad de mujeres y hombres en las listas electorales sostienen que si bien la ley de cupo amplió la representación femenina, la ley de paridad permitirá que por fin las mujeres puedan acceder a los puestos clave de decisión parlamentaria, ocupados por hombres.

La fotografía del Congreso muestra que la participación de las mujeres se ciñe al 30% (no mucho más) que...

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