El legado de López: las viviendas sociales fantasma de La Perla

La recepción en el predio de viviendas sociales del barrio La Perla, en el distrito bonaerense de Moreno, está a cargo de un grupo de muchachos que, sin identificación alguna, afirman ser personal de seguridad de la provincia de Buenos Aires. Su misión es cuidar el lugar, y prohibir el paso hacia el fondo del terreno donde, distribuidas en cuatro manzanas, yacen viviendas desmanteladas, rodeadas de residuos y animales muertos que se pierden entre los yuyales, y que son un refugio para vendedores de droga y ladrones.

Los vecinos que habitan en las aproximadamente 1200 casas que sí están terminadas reclaman por unas 800 construcciones del predio de Alfonsina Storni y La Plata. Son viviendas que no fueron entregadas a sus adjudicatarios, y que están en total estado de abandono, sin techos, y sin aberturas. En tiempos en que los casi US$ 9 millones de dejaron el ocultamiento de bolsos y monasterios, los vecinos de La Perla refuerzan la indignación que sienten desde marzo de 2011, cuando todas las casas deberían haber quedado en manos de los adjudicatarios.

"Con un bolso de los que tiró este hombre, yo calculo que todo estaría terminado", ironiza Cecilia Sayago, vecina del barrio y auxiliar en la escuela N° 81, que está enclavada en el predio. Las casas quedaron abandonadas, según relatan los vecinos, después de que las dejaron los obreros que trabajaban en ellas, que se fueron por falta de pago, al igual que el personal de vigilancia. Acusan que así quedó una zona liberada para los delincuentes, que desmantelaron las viviendas.

"Esta parte -la de las casas sin techo, puertas, ni ventanas- estaba casi terminada, para adjudicar en marzo de 2011. Pero dejaron que se robaran todo", cuenta Yésica Banegas, otra de las vecinas de La Perla.

El plan se lanzó en 2006 y hubo entregas a los beneficiarios en 2008 y 2010. Pero el tramo que se debía entregar en marzo de 2011 es hoy un problema para los vecinos, y un ejemplo de mala administración de la obra pública, el pilar kirchnerista que el caso de López puso otra vez en el ojo de la tormenta.

Parada en un angosto sendero que se mete en las manzanas abandonadas del terreno, Sayago amplía: "Los trabajadores de la construcción se quejaban porque todos los viernes les pagaban monedas y se fueron. Los de vigilancia se fueron porque decían que les debían y se llevaron todo". Banegas agrega que "lo que no se llevaron se lo dejaron a los chorros, a los que les dieron el...

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