Leer con el placer que da el juego

"Llevale este. ¿Lo leíste? La autora es del barrio". Independencia y Boedo, librería El Gato Escaldado; con la encargada llevamos años de charlas por entre los estantes de libros, los saludos breves a la salida de algún que otro comercio, los niños respectivos, que van creciendo. Le digo que ando buscando un libro para una amiga. Y ella me alcanza Vikinga Bonsái como quien, además de recomendar un título, sugiere una contraseña.Para empezar, porque en esta novela de Ana Ojeda hay una divertida, vital y jugosa apuesta a bucear en los pliegues del lenguaje y abrirse a algo así como otros modos del decir: del lenguaje inclusivo a la velocidad de las redes sociales; de los neologismos a los dichos que la tradición talló a fuego; de los juegos de palabras a la sonoridad -y el sentido- de las voces que, globalización mediante, ya ni cabe llamar extranjeras. Uno se sumerge en la lectura de Vikinga Bonsái con el placer que da el juego, el oxígeno que aporta el ejercicio inteligente del humor.Pero además están ellas, las heroínas de la historia: la mismísima Vikinga Bonsái Bombay y Dragona Fulgor, Gregoria Portento, Orlanda Furia, Talmente Supernova. Convocadas a una "cena de amigas", ven cómo el azar -entre la tragedia, el humor negro y el disparate- las lleva a vivir una semana de forzosa convivencia. Ellos, Maridito y Amor, serán apenas una serie de emoticones y mensajes de WhatsApp; la centralidad del relato radica en ellas, sus hijos -Pequeña Montaña, Cala, Panda, Momo- y una ciudad que se derrite bajo el sol de enero. Ciudad agobiante, desquiciada, intensa. Vivida, desde ya, desde su lado Sur."No hay tiempo físico para todo": el epígrafe anuncia uno de los hilos, no tan secretos, que atraviesan el libro. La existencia de Vikinga Bonsái Bombay transcurre a lomo de la bicicleta que la lleva del hogar, en Boedo, al trabajo, en San Cristóbal, y luego, de regreso, "al chino", las compras, llevar a Pequeña Montaña a algunas de sus actividades, preparar la cena, repasar rápidamente la casa, dormir, y vuelta a empezar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR