De los lectores: cartas & mails

Un calvario evitable¿Existe el exceso de defensa ante un hecho delictivo cuando a una persona la amenazaron de muerte con armas y le robaron su dinero, y esa persona no fue entrenada para ejercer la violencia? ¿Se le puede pedir a un ciudadano común que ante un hecho de semejante violencia, que él no buscó ni provocó, tenga la sangre fría y la obligación de medir su reacción? Si Oyarzún hubiera sido un policía, un militar, un tirador experto, un boxeador o un experto en karate, tal vez podría esperarse que pudiera medir la violencia que ejerció. Pero es solo un comerciante, que trabajaba todos los días para poder mantener a su familia. Ejercer la violencia no es algo habitual en su vida. Nunca se preparó para la situación a la que fue sometido por los delincuentes que entraron a su carnicería. Reaccionó como pudo. Como le salió. ¿Qué pretendían? ¿Que de golpe se convirtiera en una suerte de James Bond y redujera al agresor? No va a pasar.Mientras el Estado no nos garantice la seguridad que todos esperamos y los jueces no nos den la justicia que todos pretendemos, no va a haber un solo jurado de ciudadanos que vaya a declarar culpable a otro ciudadano que se garantice por su propia mano la seguridad y eventualmente ejerza la justicia castigando al delincuente. Para los que todos los días miramos para los costados antes de salir o de entrar a nuestras casas, lo que hizo Oyarzún no fue más que reaccionar ante tanta violencia a la que estamos expuestos todos. Y no hay garantías de cómo reaccionaríamos nosotros, ante un hecho así. Toda la culpa, en definitiva, fue del delincuente que ese día salió de su casa a delinquir. Si hubiera salido a buscar un trabajo honesto, probablemente hoy estaría vivo. Y el señor Oyarzún no hubiera tenido que pasar por el calvario que está atravesando. Él y su familia.No sé qué opinarán los juristas, pero para los ciudadanos comunes, con el fallo en Campana se hizo lo que no siempre se hace y que todos pedimos: justicia.Gustavo A. Ramallomailto:gustavoramallo@gmail.comEl ángel de SarmientoSarmiento fue, en mi opinión, el hombre político con mayor visión de futuro que naciera por estas tierras. En su presidencia, única y de tan solo seis años, hizo y proyectó una Argentina cuyos frutos actualmente maltratamos. El hombre, sin duda, tenía su ángel que lo ayudaba. Se llamaba Mary Mann. Mary fue su amiga, una maestra nacida en Massachusetts a la que confió Sarmiento la selección de las primeras 65 maestras...

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