Lavagna, el candidato de una casualidad

Hace más de un año, a fines de 2017, autorizó a su histórica secretaria a que se jubilara y le entregó a su hijo Marco su oficina céntrica, a pocos metros del Obelisco. Había proyectado quedarse más tiempo en su cálida casa de Saavedra o frecuentar con más asiduidad su otra casa en Cariló. Preparaba un retiro lento pero definitivo de la vida pública. De hecho, hacía ya dos años que no aceptaba invitaciones para participar en programas de televisión o en entrevistas radiales. "Pensaba entonces que la responsabilidad debía delegarla en la generación que me sigue", recuerda ahora.Pocos meses después, en marzo de 2018, cambió todo. El encuestador y analista político Sergio Berensztein distribuyó una medición que situaba a Lavagna como la segunda entre las figuras políticas del país con mejor imagen positiva, inmediatamente después de María Eugenia Vidal, que retenía el primer lugar.Algunos dirigentes del peronismo y del radicalismo empezaron a presionarlo para que fuera un candidato por encima de la grieta entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. La primera respuesta de Lavagna fue un tajante no. Meses más tarde, ya en medio de la crisis cambiaria del segundo semestre de 2018, Berensztein mejoró en otra encuesta la posición de Lavagna. Era él la figura con mejor imagen positiva (no en intención de voto), por encima de Vidal, que sufría las consecuencias de la corrida contra el peso. "No fue culpa de ella, sino de la crisis", señala Lavagna, que siempre llama a la gobernadora por su nombre: María Eugenia. Los toques y retoques de la política presionaron aún más a Lavagna. Otra vez radicales, peronistas y socialistas golpearon a su puerta para pedirle que aceptara la oportunidad. Esta vez no dijo que no. "Sí, estoy aquí por una casualidad", sintetiza. ¿Qué es estar aquí? A la pregunta directa de si es candidato, él responderá, por primera vez, de manera asertiva: "Sí, lo soy, en las condiciones actuales". Es terminante, pero no definitivo. Las cosas pueden cambiar.Tal vez lo único seguro en su campaña presidencial es que no competirá en las primarias obligatorias en el espacio de Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey. No cree que una participación suya en ese sector del peronismo sea coherente con su política de consensos multipartidarios y multisectoriales. Tampoco coincide con la política de Massa de enfrentarse duramente a Macri y de acercarse sutilmente a Cristina. Massa está seguro de que Cristina no será candidata. La seguridad del exalcalde...

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