El ladrón detenido tras el tiroteo en la City sumó cinco causas en 15 años

Carlos Alberto Antequera, el asaltante gravemente herido y detenido tras el cinematográfico tiroteo de anteayer en el microcentro porteño es un reincidente serial.

Aunque tiene 32 años, acumuló causas penales cuando era menor de edad y fue condenado en dos oportunidades. A partir de su detención por el asalto a la joyería situada en la zona de Tribunales y el posterior enfrentamiento con la policía en el que resultaron heridos una jueza y un funcionario judicial, sumó el quinto proceso penal en su contra en 15 años.

A propósito de los heridos, la jueza laboral María Alejandra D'Agnillo continuaba internada ayer en el Sanatorio Finochietto, donde le realizaron una toilette quirúrgica y curaciones por un disparo en el muslo. En tanto, Ezequiel Allende, oficial escribiente de un juzgado de Familia, fue operado por el tiro que le destrozó la tibia.

A pesar de ser reincidente, una sala de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Matanza lo había beneficiado con la libertad asistida. Hasta el momento no se pudo establecer si cometió algún hecho delictivo durante los seis meses en los que gozó de salidas transitorias.

A principios de noviembre pasado ese tribunal consideró que Antequera había cumplido la condena de tres años y medio de prisión por robar autos estacionados en la calle mediante el uso de una ganzúa. En el ambiente delictivo, a quienes se dedican a esta modalidad se los conoce como "yugueros".

Para demorar que lo identificaran cuando era detenido se valía de una identidad falsa: Sergio Baffetti.

Cuando tenía 24 años, Antequera, que tiene un hermano que revista en la Policía Local de San Martín, recibió una condena de cinco años y 10 meses de prisión en San Martín. Pasó tres años y medio detenido y recuperó la libertad en 2013.

Dos años después volvió a ser detenido y condenado, en La Matanza. Para obtener una pena más leve, Antequera admitió su culpabilidad en los hechos por los que era acusado y se sometió a un juicio abreviado. Así logró...