El lado humano de una artista de otro planeta

Y un día confirmamos aquello que podíamos suponer pero que tanto nos costaba certificar: Björk es humana. Y cuando sufre por amor compone uno de esos discos de ruptura que son parte central de la historia de la música pop. De eso se trata Vulnicura, el noveno, por momentos oscuro y siempre delicioso disco de esta artista completa, extraterrestre, que se hizo visible en los años 90 siguiendo la estela que David Bowie dejó en los 70 e impulsando la experimentación sonora hacia el espacio exterior. Su lanzamiento online se produjo un día después de que el material se filtrara en Internet. Su lanzamiento físico se producirá en marzo.

Una cantante excepcional con una mente brillante que, herida de amor, escribe como una quinceañera el diario de la separación, día tras día, en formato canción. Así, la obra comienza con "Stonemilker", "Nueve meses antes", según afirma Björk en las notas que acompañan el álbum y, cronológicamente, llega hasta los "Once meses después" de "Notget". Una bitácora sonora de la tormenta emocional que sufrió la cantante islandesa mientras se separaba de su pareja, Matthew Barney, padre de su hija menor, de 12 años, contada en 60 minutos, comprimidos en nueve canciones. Un melodrama hecho álbum en la tradición del Blood on the Tracks, de Bob Dylan; el Sea Changes, de Beck, o el 808s And Heartbreak, de Kanye West, según preferencias musicales y generacionales. Pero aquí la que sangra es esta mujer islandesa de 49 años y rasgos aniñados que por primera vez parece dejar de lado esos exóticos y fantásticos universos que supo crear álbum tras álbum para abrirse en público y mostrarse terrenal o, al menos, todo lo terrenal que ella pueda mostrarse. De allí esa vagina

tajo en medio de su pecho que funciona como metáfora estética en la portada. Terrenal, puede ser; con el corazón roto, probablemente; convencional, nunca.

En Vulnicura, Björk vuelve a adornar sus canciones repletas de beats uptempo con arreglos de cuerdas como no lo hacía desde Vespertine, en 2001 e incluso en el tema que abre el disco se podría rastrear algo de "Joga", aquella canción con la que la cantante terminó de seducir y conquistar al mundo allá por 1997. "Clear", "rarity", "fears", "matters", "emotional respect". Björk arrastra erres como nadie y...

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