El kirchnerismo ya no tendrá quórum propio en Diputados

Sea cual fuere el veredicto de las elecciones de octubre, un dato es seguro: la Cámara de Diputados ya no tendrá dueño a partir del 10 de diciembre. El kirchnerismo quedará lejos de los 129 legisladores necesarios para el quórum, al igual que la oposición, que continuará fragmentada. Así las cosas, el próximo gobierno estará obligado a la negociación y al consenso político, un ejercicio en desuso en el Congreso desde que el Frente para la Victoria (FPV) domina ambas cámaras.

Los lugartenientes del oficialismo y de la oposición comenzaron a bocetar sus estrategias para el Congreso que viene. El FPV descuenta que el próximo presidente será Daniel Scioli y que, por inercia, mantendrá su hegemonía en el Senado como en la Cámara baja, en esta última con el aporte de aliados. Confiado en el magnetismo que la caja y el poder le confieren a un mandatario recién elegido, no dudan de que los peronistas no kirchneristas que queden a la intemperie apoyarán las leyes del nuevo gobierno.

En la oposición confían en la eventualidad de un ballottage y del triunfo de un candidato no kirchnerista a la Presidencia. Asumen que no será sencillo gobernar con una Cámara de Diputados sin mayorías propias -ni Mauricio Macri (Cambiemos) ni Sergio Massa (UNA) tendrán bloques dominantes- y con un Senado en el que prevalecerá el color peronista. Y recalcan justamente el término "peronista", porque están convencidos de que si el próximo gobierno resulta ser opositor, los gobernadores y sus legisladores abandonarán rápidamente su ropaje kirchnerista para retornar a sus raíces. "Necesitarán negociar con el nuevo gobierno, y nosotros también", insinúan en la oposición.

Lo cierto es que el calendario legislativo no esperará demasiado: antes de fin de año, el Congreso deberá debatir la ley de presupuesto 2016 -que esta vez tendrá una relevancia particular pues regirá para el próximo gobierno-, como también la prórroga del impuesto al cheque y de la polémica emergencia económica. Estos temas, de por sí complejos, serán la prueba de fuego que el próximo presidente deberá enfrentar en el Parlamento.

Después de las primarias del domingo pasado, cada fuerza política hizo un primer cálculo sobre cómo se integrarían sus bloques si esos resultados se replicaran en octubre. El FPV parte de una desventaja: es el bloque que más bancas arriesga (77), pues este...

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