Khadafy llamó a una larga guerra

TRIPOLI.? Desafiante, Muammar Khadafy impidió ayer que los miembros del flamante, pero aún frágil nuevo gobierno de transición libio, pudieran descorchar champagne y cantar victoria en la conferencia internacional celebrada en París. En sendos mensajes de audio, el dictador llamó a sus seguidores a resistir y anunció su intención de lanzar una prolongada guerra de guerrillas, "que envolverá en llamas al país"."Prepárense para una guerra de bandas y de guerrilla, de guerra urbana, y a una resistencia popular en cada ciudad para vencer al enemigo en todos los sitios", dijo Khadafy, con paradero desconocido desde hace algunos días, en un mensaje difundido por el canal sirio de televisión Al-Rai.Previamente, el coronel había divulgado otro mensaje en un tono similar: "El pueblo libio no puede rendirse, no somos mujeres, vamos a seguir luchando", clamó. De esa forma, el ex hombre fuerte de Libia quiso transmitir, desde su escondite en algún punto de este país desértico, el apoyo de varias tribus dispuestas a protegerlo hasta la muerte.Pese a la nueva realidad de un país que celebra a lo grande el fin del régimen, salvo algunos últimos bastiones leales -en Sirte, su ciudad natal, y en Bani Walid y Sabha-, Khadafy acusó a los países occidentales de "querer colonizar Libia y meter la mano en sus recursos petroleros e hidráulicos". "El objetivo es matar al enemigo allá donde se encuentre, sea libio o extranjero", añadió y prometió "una larga guerra".El rais , que probablemente dejó grabados varios mensajes de este tipo antes de esfumarse en la nada, advirtió que se prepara para una extenuante guerra psicológica que podría durar varias semanas."Hagan de modo de que haya una larga lucha y de que Libia se vea envuelta por las llamas", arengó, al hablar justamente en el día del 42° aniversario del golpe militar que lo llevó al poder en 1969, cuando tenía 27 años y era un capitán del ejército.Mientras con este mensaje Khadafy aguaba la fiesta parisina, el Consejo Nacional de Transición (CNT) prorrogó por una semana el ultimátum que había sido fijado para mañana para que las fuerzas leales a Khadafy pudieran deponer las armas. El CNT había dicho que si, terminadas las fiestas del Eid-el-fitr -que marcan el fin del ayuno islámico del Ramadán-, las fuerzas leales a Khadafy atrincheradas en Sirte, Bani Walid y Sabha no se rendían, los rebeldes lanzarían una ofensiva militar devastadora. Pero ahora cambiaron de idea y extendieron el plazo de las tratativas hasta el 10 de...

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