Kenai: la increíble historia del tierno oso pardo que nació en un circo, perdió a su madre y venció los malos pronósticos

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Esa tarde fue triste y portadora de una luz de esperanza a la vez. En la localidad de General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires, dos osos pardos acababan de conocer el mundo que les había tocado en suerte en ese pequeño carromato de 3x3 donde sobrevivían sus padres . Forzados a llevar una vida de circo, habían concebido dos cachorros. Pero el destino quiso que uno de ellos falleciera ese mismo día mientras una veterinaria de la zona era alertada sobre la situación por un llamado anónimo. No perdió tiempo y se dirigió con su esposo al lugar. Y allí, entre los restos de forraje que hacían las veces de suelo en el cautiverio, estaba Kenai .

"Seguramente Kenai iba a correr la misma suerte que su pequeño hermano. En ese carromato no había ni recursos ni espacio para que viviera. Fue así que, con un día de vida, la veterinaria y su marido hablaron con los dueños del circo para que les entregara al recién nacido . Y desde ese día se propusieron sacarlo adelante. Era un desafío enorme. Había que alimentarlo a mamadera cada tres horas y asegurarse de que su temperatura se mantuviera estable bajo una lámpara de calor que cumplía el rol de madre", cuenta Juan Manuel Paccot, biólogo y fundador del santuario de animales Tekove Mymba , en la provincia de Entre Ríos.

Kenai, cuando fue rescatado a pocas horas de su nacimiento.

Sobreponerse a la adversidad

Contra todos los pronósticos, Kenai salió adelante . Pasaron siete años hasta que sus cuidadores advirtieron que el campo donde vivía ya no era suficiente. El animal necesitaba un espacio adecuado a su especie. De modo que voluntariamente decidieron que lo mejor para Kenai era trasladarlo a un lugar donde pudiera vivir con la libertad que necesitaba .

Kenai permaneció los primeros días bajo una lámpara de calor que mantenía su temperatura corporal estable.

"Kenai no presentaba problemas de salud y estaba muy bien cuidado. La pareja había tratado de darle lo mejor que estaba a su alcance, pero la realidad era que el oso tenía otras necesidades. Y a partir de ese momento nos dispusimos a realizar un espacio adecuado y digno para él".

Fue en ese contexto y con 300 kilos que Kenai llegó al Tekove Mymba , un santuario animal pensado para que las especies que pasaron gran parte de su vida en situación de cautiverio, vivan los años que le quedan en libertad y en un hábitat natural similar al de su bioma de origen...

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