Kate Hudson no pierde el sentido del humor

Kate Hudson tiene un humor invencible. Por lo general, ni el fracaso de alguna de sus películas ni sus tropiezos sentimentales ni el acoso de los paparazis ni el fisgoneo de los sabuesos de la prensa del corazón  (según los cuales -como ella dice-"parece que he estado con todos los hombres del planeta") logran borrarle la sonrisa de la cara. "Cuando era más joven -confesó la actriz, que cumplirá 33 años en abril-sentía que debía disculparme por ser tan alegre, por no ver nunca el lado negativo de las cosas; ahora, cuanto más pasan los años, más conforme estoy con este modo de ser". Que, por cierto, ha influido tanto en su carrera como para haberla destinado a ser muchas veces la chica simpática, despreocupada y juguetona que nunca parece tomarse nada en serio.También su personaje de Amor por siempre , el film que Distribution Company estrenará el jueves, parece inspirado en esa imagen, si bien aquí la alegre despreocupación encuentra bruscamente su límite. La chispeante Marley (su nombre en la ficción) es una exitosa ejecutiva, una linda chica que sólo quiere divertirse y es por eso muy celosa de su libertad: ningún compromiso sentimental está en sus planes,  pasarla bien es su único objetivo. Quizá deba modificar su actitud cuando la realidad la ponga frente a una delicada situación de salud, pero ni siquiera la gravedad del diagnóstico y la perspectiva de un largo tratamiento sin garantía de éxito la hará perder el equilibrio.Hasta el médico que la atiende se asombra ante la inesperada serenidad con que recibe la inquietante noticia. Si se tiene en cuenta que el médico es Gael García Bernal, no costará mucho imaginar que a Kate Hudson le llegó la hora de su Love Story . Romance y lágrimas.No sorprende del todo esta incursión en asuntos dramáticos de la rubia princesita californiana que se hizo un lugar en Hollywood sin necesidad de ampararse en la fama de sus padres. Goldie Hawn es su mamá (si no, ¿de dónde vendrían esa sonrisa y ese desparpajo?); Kurt Russell, pareja de su madre desde hace casi treinta años, su padre por elección, ya que el propio (otro actor, Bill Hudson) la abandonó cuando era muy chiquita. La familia quería que estudiara, pero ella (seguramente por el ejemplo de su madre, "la persona de la que más he aprendido y la que me sirve como modelo") prefería probarse como actriz. Le...

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