El karma de un Estado sin prioridades ni austeridad

El flamante conflicto por el cambio exprés de de impuestos entre el Estado Nacional y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) no tiene su raíz en la precaria situación fiscal de la economía, sino en la grieta política. Pero el arbitrario decreto presidencial que traspasa discrecionalmente fondos a la provincia de Buenos Aires, sin acuerdo político ni legislativo previo, incluye fundamentos tan grotescos que agregan un nuevo capítulo a la larga historia de deterioro institucional de la Argentina.La decisión es una represalia tardía del kirchnerismo a la transferencia de las 54 comisarías y unos 18.000 efectivos y bomberos de la Policía Federal absorbidos por la Policía de la Ciudad, con el argumento de que ese gasto no tenía por qué ser solventado por todas las provincias. Por eso elevó de 1,40% a 3,75%. En Google puede encontrarse un tuit del entonces diputado Axel Kicillof, que lo acusaba de "regalarle" el doble de los recursos necesarios y fue calificada como falso por la ONG Chequeado. No obstante, fue convalidado por el Consenso Fiscal firmado por todos los gobernadores (excepto San Luis) y convertido en ley a fines de 2017. Allí el porcentaje fue reducido a 3,50%, a cambio de mayor coparticipación de impuestos nacionales a todas las provincias. También incluyó un refuerzo extra a la de Buenos Aires para compensar el extinguido fondo del conurbano, que Carlos Menem había congelado en 1996 y Cristina Kirchner dejó diluir durante su mandato para aumentar la dependencia de Daniel Scioli de la Casa Rosada.Ahora, el decreto firmado por baja el coeficiente a 2,32% hasta que sea aprobado por el Congreso y lo retrotrae a 1,40% cuando sancione la ley. O sea, una triple jugada destinada a restarle recursos ($ 35.000 millones) a Horacio Rodríguez Larreta en forma inmediata, desgastarlo políticamente como principal referente dialoguista de la oposición y fortalecer al kirchnerismo en el conurbano.No solo eso. (excepto Juan Schiaretti) que apoyaron en un comunicado la decisión de la Casa Rosada "para empezar a corregir los desequilibrios de un país concentrado", parecen desconocer que la PBA concentra más de un tercio de la población total del país, 42% del PBI nacional; 43% del empleo industrial y, en el conurbano, los mayores bolsones de pobreza y ahora el mayor número de contagios del Covid. Tampoco consideraron que, desde el retorno de la democracia hace 36 años, la provincia tuvo gobiernos peronistas durante 29 años. Ni que hace 26 está pendiente la...

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