Juventud en Gral.Villegas. Un caso de ruralidad

AutorAnalía Cañibano
CargoProfesora en Historia. Bibliotecaria Profesional

Los jóvenes generalmente son criticados, vistos por sus excesos, falta de respeto a los mayores, sus rebeldías. Pero por otro lado a la hora de una votación son el futuro, los adultos los ven como sus herederos y los políticos lo que buscan es captarlos como caudal electoral que piensa poco.

Ante el conflicto desatado en el año 2008 entre el gobierno y el campo quienes se destacaron fueron precisamente los jóvenes entre 20 y 40 años liderando los piquetes en las rutas, no así la Mesa de Enlace cuyos protagonistas son sesentones. Y están demostrando la misma inoperancia que la clase política nacional, la confrontación permanente, la falta de ejercicio de diálogo y consenso para solucionar un conflicto que tiene en vilo a todo el país.

Este fenómeno habría que estudiarlo en profundidad y compararlo con los piquetes urbanos, los primeros en salir a manifestarse a la calle fueron los desocupados de más de 40 años, así como los jubilados.

En las rutas del interior se vieron caras nuevas, se forjaron amistades entre jóvenes de diferentes sectores sociales rurales, que nunca se hubieran acercado a hablar si no hubiera sido por el corte de ruta. O hubieran tenido una relación asimétrica de patrón - empleado. O quizás comercial.

Uno de ellos expresó que durante la época de Cavallo, pensaba que los productores chicos tenían que desaparecer por ineficientes, pero luego del paro y de pasar varias noches en la ruta muertos de frío compartiendo vivencias con otros chacareros se dio cuenta que todos tenemos derecho a formar parte de esta sociedad.

Duele mucho escuchar a la Presidenta hablar de los "piquetes de la abundancia", de "la avaricia de la oligarquía", del "yuyo", de las "4x4" y no poder comprender que el campo del siglo XXI dista mucho de aquél de fines del siglo XIX.

La juventud rural tenía un triste destino emigrar o enterrarse en estos pueblos donde no pasaba nada. Hasta los años 50 los varones al terminar la escuela primaria si querían seguir estudiando tenían que trasladarse con 12 años a más de 500 km. de sus familias. Este desgarramiento hizo que un grupo de vecinos, habiendo pasado por esta experiencia infantil traumática, se organizaran y concretaran el sueño de fundar un Colegio Nacional, inaugurando en los 60 un edificio modelo.

La educación impartida en este Colegio alcanzó los mejores niveles,permitiendo a sus egresados no sólo ingresar a todas la universidades del país sino también recibirse con honores y ser felicitados por el nivel que traían de la escuela secundaria.

Lamentablemente volvían aquellos que sus familias tenían campo o un negocio ya establecido, pues la zona languidecía ya que los productos primarios no tenían valor. El deterioro de los términos de intercambio hacía imposible mecanizar el agro, mejorar las condiciones de vida en los pueblos rurales.

Llenar el tanque de gasoil de una camioneta para llevar los chicos a la escuela costaba igual que una vaca. Instalar la luz eléctrica dos jaulas de novillos gordos. El campo no era visto como negocio, sino como sacrificio, esfuerzo sin pocas utilidades. Los hijos con pocas aptitudes para el estudio eran los que se hacían cargo del campo y así también los perdían.

El traspaso de escrituras en los años 60 - 70 permitió que familias que no tenían campo accedieran a ser propietarios. Así como muchas familias tradicionales y numerosas fragmentaban sus extensiones con la ley de la herencia. Además la política de castigo al campo implementada durante el gobierno peronista también contribuyó a este desgranamiento. El campo no era un negocio atractivo, por eso se vendían a pagar a 10 - 20 años.

En los 80 la zona se vio...

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