El sobre la Justicia (Parte I)

Una verdadera reforma no busca anular uno de los poderes del Estado; se logra con un país unido y conducido por dirigentes honestos y bienintencionadosMás de una vez, desde este espacio editorial, hemos criticado los inadecuados y hasta desesperados avances del Gobierno sobre la Justicia y los organismos de control, pero conviene hacer un repaso de lo que está ocurriendo. Si el término putsch se asocia al golpe de Estado, hoy podría describir el ataque que dos de los poderes del Estado están llevando contra el Poder Judicial.Todos los días hay novedades en esta guerra: el jueves 4 del corriente mes, el Senado aprobó pliegos de nuevos jueces -dos amigos del oficialismo en juzgados claves- y una reforma a la ley de defensa de la competencia para sumar un nuevo organismo de control.Este putsch se preparaba antes de asumir, con las letanías de Cristina Kirchner alegando ser víctima de persecución política y del lawfare. Este último concepto es diferente en el mundo pero, en la versión criolla, la vicepresidenta lo utiliza como escapismo para descalificar la acción de los tribunales que persiguen la corrupción sistémica en niveles gubernamentales, en alusión a un insano contubernio entre los servicios de inteligencia, la Justicia y algunos medios de prensa, una guerra mediática-judicial. Ahora bien, si utilizamos su acepción, debemos señalar que ella tiene su responsabilidad en estos sucios procedimientos y, si no la podemos señalar como su inventora -pues el maridaje entre servicios y justicia comenzó con Carlos Menem- en verdad ha sido una dilecta discípula que supera al maestro. Baste recordar las operaciones que, durante su gobierno, armó contra políticos opositores como Enrique Olivera y Francisco de Narváez, o, más recientemente, los juicios en los que - recurriendo al forum shopping (o abuso de jurisdicción)- se inventaron en juzgados amigos, como el de Dolores en el verano del 2019 contra el fiscal Carlos Stornelli y el periodista Daniel Santoro y otros, y el de Lomas de Zamora, en 2020, también contra fiscales y periodistas (la llamada "Operación puf puf"), justamente con el objetivo de hacer caer la denominada "causa cuadernos de las coimas".Recién llegada al actual gobierno, Cristina Kirchner se lanza sobre los órganos de control al designar a Carlos Zannini en la Procuración del Tesoro, a Félix Crous en la Oficina Anticorrupción (que inmediatamente se retira como querellante en las causas de corrupción), a Cristina Caamaño en la...

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