Justicia, ejemplos que construyen confianza

No es novedad que nuestro sistema judicial, último garante de los derechos de los ciudadanos, no es depositario de la confianza que razonablemente debería inspirar. Nuestro país se debe un serio debate sobre la calidad de su Justicia y cabe esperar un mayor involucramiento de la sociedad respecto de los procesos de selección y remoción de los jueces, demasiado subordinados a consideraciones políticas. Sin embargo, silenciosa y abnegadamente, distintos equipos de trabajo, con los siempre limitados medios de que disponen, se esfuerzan por brindar un mejor servicio, un servicio de excelencia.El Premio a la Excelencia Judicial, que cada año organizan el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (Fores) y el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), permite reconocer a aquellos que cada día dan lo mejor de sí para contribuir a resolver los problemas de los ciudadanos. El jurado lo integran personalidades de la cultura, del mundo empresario y de la comunicación. Por su parte, organizaciones de la sociedad civil analizan los indicadores de productividad y cualitativos recabados confidencialmente en un riguroso proceso: el fuero elegido cada año no sabe que está siendo evaluado.El rígido funcionamiento del sector público no ofrece motivación económica o de otro tipo que sirva de estímulo para contribuir a la construcción de una meritocracia. De allí la trascendencia de este tipo de reconocimientos. Un simple diploma, que es el mismo para el juez que para el más modesto empleado del juzgado, sirve como un poderoso "gracias" con el que la sociedad reconoce a sus fieles y eficientes servidores públicos.Por primera vez este año, Fores...