La Justicia confirmó que fue intencional el incendio en el depósito de Iron Mountain

El , dispositivos, restos de conductores y transformadores de energía fueron concluyentes para que los peritos de la Policía Federal determinaran que en Barracas fue intencional. Un año después de la tragedia en la que murieron ocho bomberos y dos rescatistas sepultados bajo los escombros de las paredes que se derrumbaron, la Justicia confirmó las sospechas que se instalaron los días posteriores al 5 de febrero de 2014.

Así se lo informó a LA NACION la fiscal que investiga la causa, Marcela Sánchez, titular de la Fiscalía de Instrucción N° 37. "Se determinó que hubo varios focos de incendio y que se utilizó un material acelerante para dar inicio al fuego", explicó la fiscal, sin brindar mayores detalles.

Sánchez, como esperaba, recibió el informe elaborado por los peritos de la División Siniestros de la Policía Federal Argentina antes de que finalice el mes. En el peritaje también participaron los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que trabajaron entre toneladas de escombros, hierros y papeles quemados depositados en un playón de la Policía Federal.

En las próximas semanas la funcionaria espera la conclusión de otro peritaje que encargó a los expertos de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para completar los estudios sobre los restos e incorporar los resultados a la causa, en la que interviene el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 18, a cargo del juez Pablo Ormaechea. Sin embargo, los primeros resultados fueron convincentes.

"Los peritos concluyeron que el fuego comenzó entre los depósitos siete y ocho, aproximadamente a siete metros de la línea de edificación de la calle Benito Quinquela Martín. Se encontraron rastros de sustancias combustibles y se estableció que el foco del fuego se produjo por dispositivos colocados al efecto, ya que también se encontraron restos de conductores y transformadores de energía que no se correspondían con partes de equipos del lugar", dice el informe difundido por el Ministerio Público Fiscal.

Cuatro días después de la mañana trágica del 5 de febrero de 2014, con el recuerdo fresco de la despedida de los bomberos y rescatistas fallecidos, se supo que no habían funcionado los aspersores ubicados dentro del depósito que debían rociar y apagar las llamas. Además, quedó demostrado que las bombas no tenían la suficiente presión para enviar agua y que los depósitos estaban a la mitad de su capacidad. Con esos elementos fue cobrando fuerza la hipótesis del...

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