Junta de egos

Faltan diez días para el censo de población que nos permitirá saber si somos 44 millones como decía la fervorosa locutora de los actos de la señora, o 50 millones como desearían muchos para poder cazar más votos, o 40 millones y monedas por efecto de la pobreza que pone en riesgo de vida a casi medio país, los casi 130.000 muertos por Covid y los que mueren diariamente a manos de delincuentes, y los que se fueron buscando un destino en el exterior. Ni siquiera un destino mejor. Un destino a secas.

¿Qué hará la dirigencia política con esos millones de almas que arroje el censo? Difícil imaginarlo. Es tal el zafarrancho dentro de los partidos que pedirles hoy que se junten para avanzar en una solución a los problemas del país es como reclamarle al gato que le ponga el cascabel al dueño.

Hace tiempo que el Frente de Todos es la Alianza de Nadie . Máximo patea un cargo -no la banca, obvio-; Guzmán patea puertas; Cristina patea el tablero que ella misma armó alterando las principales fichas; de Massa no se sabe para quién patea, y casi todos estarían dispuestos a patear a Alberto directo al helicóptero de cartón con el que le hicieron bullying a Macri . Otra historia no muy distinta es la de Juntos por el Cambio . Ni juntos ni cambio. Las peleas intestinas por ver quién podría quedarse con la torta en 2023 los asemejan mucho a todo lo que dicen combatir. Dentro del oficialismo y de la oposición -incluidos los dirigentes de izquierda, los de derecha y los de los extremos más extremistas- alardean con la...

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