Julio Martínez: 'El Irízar ya nos queda chico, necesitamos un buque polar complementario'

Con el emblemático rompehielos Irízar restaurado en un 95% y a punto de ser sometido a las primeras pruebas de agua, el Gobierno ya sabe que su capacidad será insuficiente para abastecer todas las bases antárticas. "El Irízar nos va a quedar chico. Necesitamos un buque polar complementario", anticipó el ministro de Defensa, , en una entrevista con LA NACION, al revelar que ya analiza opciones en Rusia y Alemania.

Martínez explicó que con la recuperación del Irízar, de cuyo devastador incendio se cumplirán diez años en abril, se multiplicó por cinco el área destinada a laboratorios de investigación (pasó de 74 a 415 m2) y también creció el espacio dedicado al transporte de pasajeros (de 245 a 313 plazas), lo que redujo la capacidad logística del barco. "Cuando el Irízar esté en condiciones será un paso adelante. Pero la demanda en las bases es cada vez mayor y será necesario adquirir un buque polar complementario", afirmó.

Todo eso hace replantear si fue una decisión acertada recuperar el rompehielos, cuya reparación costó US$ 147 millones, a lo que deben añadirse otros US$ 137 millones por el alquiler de otros buques en las sucesivas campañas antárticas. Un total de US$ 284 millones, cuando se podría hacer construido uno nuevo, en tres años, por US$ 250 millones.

"Hubo un costo de aprendizaje que se podría justificar si después uno arreglara veinte Irízar más. Pero no hay en el mundo veinte Irízar más, ni tanta demanda", admitió Martínez, quien tiene otro desafío en materia presupuestaria: reducir la brecha del 43% que separa los sueldos de los militares respecto de lo que cobran sus pares en la Gendarmería o la Prefectura.

-¿El Irízar estará operativo antes de fin de año?

-No damos fechas. Los que las dieron se equivocaron. Ahora que ya está listo el dragado comenzarán las pruebas de puerto y de mar. Es como un banco de pruebas en una fábrica de autos. Hay que sacarlo de la línea y someterlo a controles de calidad.

-¿El problema del dragado se solucionó?

-Sólo falta dragar debajo del barco, hay que correrlo para hacerlo. Se tuvo que dragar siete metros de profundidad.

-¿Se superaron las diferencias con el Ministerio de Transporte?

-Nunca hubo fricciones. Les explicamos la situación y ellos dieron sus razones, las entendimos y la obra se hizo con fondos nuestros.

-¿Con todo lo que se gastó, valió la pena arreglar el Irízar?

-Hubo un costo de aprendizaje en la reparación del rompehielos, que se podría justificar si después uno arreglara...

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