Juicio político a Donald Trump: un proceso que pese a su final cantado ya dejó una cicatriz

Washington.- Antes de que los demócratas pusieran en marcha el impeachment contra Donald Trump, Nancy Pelosi, arquitecta y jefa absoluta de la oposición en el Congreso, renegaba de toda la movida porque, decía, un juicio político era "muy divisivo". Todo lo que vino después confirmó ese temor: en Estados Unidos, el impeachment es la grieta.Trump será absuelto por el Senado, pero el proceso que acaba de comenzar y que, se prevé, terminará rápido, en unas semanas, ya ha dejado una cicatriz en el país. El primer día del dejó sobradas evidencias de las irreconciliables diferencias que existen entre el oficialismo y la oposición.Los republicanos acusan a los demócratas de querer deshacer la elección de 2016, de montar "una farsa", en las palabras de , sus abogados y varias figuras del Congreso, con escasas evidencias y sin pruebas contundentes de culpa porque aún mastican la derrota de hace tres años, sin poder digerirla. Los demócratas, a su vez, acusan a los republicanos de poner a Trump por encima del país, la Constitución, las leyes y, en última instancia, la salud de su democracia, la más longeva del planeta.La grieta llegó hasta el debate por las reglas del , otra clara señal -una más- de que los dos partidos políticos que se dividen el poder en Washington están embarcados en una disputa sin concesiones.El oficialismo maniobra para llegar a una rápida absolución de Trump, defenestrando, en el camino, toda la investigación opositora. La oposición denuncia un encubrimiento.Pero los demócratas solo pueden patalear: sin mayoría en el Senado, no tienen control sobre el juicio, y la posibilidad de llamar testigos claves -como el exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, o su abogado personal, Rudy Giuliani- depende de la buena voluntad de un puñado de senadores republicanos "moderados", renuentes a romper con Trump, dueño absoluto del Partido Republicano.Mitch McConnell, el líder republicano del Senado, detestado por los demócratas, ha repetido una y otra vez que está siguiendo el modelo del juicio político a Bill Clinton, hace 20 años, una "hoja de ruta", explicó, que garantiza la imparcialidad. Pero los demócratas lo culpan de poner palos en la rueda, impedir un "juicio justo" y...

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