No jugaré el Premundial del año que viene, pero más adelante se verá

Necesitaba estos días de descanso, disfrutar de todas las cosas que me gusta hacer cuando estoy en Bahía Blanca. Tranquilo y feliz con mi mujer y los chicos, divirtiéndome cuando los llevamos al parque en los momentos en que se puede aprovechar el sol. Estuve más de treinta días sin verlos... Me hacía falta esta recarga de energías que me da Bahía, estar con los míos, comer asados y todas esas cosas. No tanto por dormir, porque mis hijos no me dejan tanto... Nuestros horarios acá son muy distintos a cuando estamos en San Antonio: allá nos acostamos a las diez y entonces no pasa nada cuando los chicos se levantan a las 7 y media, pero acá te quedás hasta más tarde, vas a cenar con amigos y entonces, cuando te llaman tan temprano, es más bravo. Pero es un disfrute, y tampoco es que ahora necesite dormir tanto. Y de a poco voy viendo a mis amigos.Me tomaré entre una semana y diez días de no hacer nada en absoluto, y después empezaré a moverme para no perder la condición física, porque después cuesta mucho recuperarse y eso es lo que menos me gusta del básquetbol: cuando estás mucho tiempo inactivo y después te duele todo. Pero este tiempito lo necesito porque cuando llegué había hecho todo derechito, la temporada de la NBA terminó tarde y los Juegos arrancaron bastante encima. Calculo que estaré un mes acá en la Argentina y luego nos volvemos a San Antonio.Les diría que ya no estoy de mal humor, pero inevitablemente, todavía, cuando pienso en lo que acabamos de jugar, me duele y eso no va a cambiar. Lo hablaba ayer con un amigo: me va a quedar la misma sensación que cuando perdimos la final en Indianápolis o la semifinal con España en 2006. Esas oportunidades que se te dan y no te sale, y pensás en lo cerca que se estuvo. Porque una cosa es como en 2008, cuando perdimos la semi con Estados Unidos, o con San Antonio en 2010, contra Phoenix, que nos ganó sin discusión 4-0. Cuando pasa así te vas a tu casa y es más fácil dormir. Pero cuando estuviste tan cerca y pensás en las cosas que lo podían haber cambiado, en pequeños detalles, digerirlo te cuesta más. Por suerte, con los días va pasando la amargura, y los hijos y la familia te ayudan mucho a estar mejor.Si hago una mirada global, hicimos lo que esperábamos. Siempre dijimos que era muy difícil ganar una medalla o incluso llegar a las semifinales. Y esto último se logró, y hasta llegamos con más margen que en Juegos anteriores, si pensamos que en 2004 y 2008 le ganamos de milagro a Grecia. Con Brasil no fue...

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