La jueza del caso Nisman anuló la designación de un perito dispuesta por Fein

Los peritajes, otra vez, de la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman. Dos meses y dos días después de que el fiscal fuera encontrado en su baño en medio de un charco de sangre, todavía no se sabe quiénes fueron las últimas personas con las que se comunicó ni cómo fue su muerte.

Ayer, la jueza Fabiana Palmaghini hizo lugar a un planteo de la querella, encabezada por la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y dejó fuera del peritaje criminalístico previsto al perito Enrique Prueger, que había sido designado por la fiscal Viviana Fein para que volviera a revisar las pruebas del baño (sobre todo, las manchas de sangre) y dictaminara sobre la mecánica de la muerte. El apartamiento fue por razones formales, tales como la falta de acreditación de título suficiente, informaron fuentes del caso.

Además, también ayer, Arroyo negó ser la responsable de la demora del peritaje tecnológico, que permitiría conocer los últimos contactos de Nisman. La querella sostuvo, por medio de un comunicado, que no es cierto que ese peritaje se hubiera suspendido, que "jamás pidió la suspensión" y que sólo había solicitado que se "garantizara la confidencialidad de la información" que hubiera en los aparatos. "Los riesgos que esta parte pretendió disipar [?] finalmente se han visto concretados a partir de los hechos de público conocimiento", concluye el comunicado, en alusión a la filtración de fotos que estaban en uno de los teléfonos de Nisman, algunas de las cuales ayer aparecieron en afiches callejeros.

, único imputado en la causa, sostiene en cambio que sí se suspendió y que fue Arroyo Salgado quien promovió que se frenara no bien empezó, después de que los peritos que lo estaban haciendo advirtieron que la mañana del domingo 18 de enero -cuando, según la querella, Nisman ya estaba muerto- la computadora del fiscal registró ingresos a su Yahoo y a tres diarios, hechos desde el departamento de Le Parc. Rusconi afirmó, además, que no bien se descubrió esto, el perito de Arroyo Salgado dejó la sala del peritaje y, al rato, llegó la notificación de que se frenaba el procedimiento.

Ayer, la querella negó que hubiera sido así. Dijo que el escrito lo habían presentado ese día, pero antes. También negó que estuviera determinado que el acceso fue "local"; dijo que todavía no se sabe si no fue "remoto".

El peritaje en cuestión había sido ordenado el 5 de febrero y la idea era que, cuando se abrieran los dispositivos (teléfonos, computadoras, iPad y agenda...

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